Los asistentes a la tercera gala del concurso Realmente bella, Señorita Panamá, 2009, no sabían si reír o llorar durante las dos horas que duró el "show".
Al parecer, hasta los miembros del equipo de trabajo de Medcom se estaban quedando dormidos durante la presentación, pues en varias ocasiones, el audio de la presentación se estancó, las luces no estaban en óptimas condiciones y las concursantes estaban perdidas en cada una de sus salidas.
Esta impresionante cadena de errores afectó a la presentadora de la noche, Madelaigne Leignadier, pues al momento de dar el nombre de la eliminada de la noche se quedó a la espera de que le dieran el nombre, Ayleen Delgado.
El sofocante calor que se percibía dentro de la gran carpa, en Brisas de Amador, se adjuntó a la gran cantidad de percances que durante toda la noche se dieron; al punto que ni los miembros del jurado resistieron la tentación de tomar las tarjetas de calificación como abanicos improvisados, y muchos de los presentes estaban a punto de subirse a la tarima para arrebatarles los abanicos de mano a las concursantes vestidas de "geisha".
En el "opening", las chicas, ataviadas con vestidos chino, al parecer tuvieron lagunas mentales durante sus presentaciones, pero muchos de los asistentes estaban más pendientes del exagerado maquillaje de los bailarines masculinos que de la salida de las concursantes.
Los retos de la noche estaban para "cortarse la venas", los conocedores en la materia no alcanzaron a entender cómo el subir una pared de 8 metros o caminar como batutera en pleno 3 de noviembre le ayudará a formarse como verdaderas "misses".
Empecemos por el reto culinario, los comentarios de las chicas estuvieron de más, como Sthepanie Thompson. Chica en esta vida no se puede comer todos los días arroz con poroto.
En cuanto a la pasarela en que se vistieron de �geisha�, existen otras maneras más creativas de probar la versatilidad de las chicas, que vestirlas de esta forma y ponerlas a pasar pena a nivel nacional.
En cuanto al comercial, con algunas excepciones, la mayoría de las chicas hicieron presentaciones sobreactuadas y poco creativas, pero al parecer, el jurado calificador estuvo en China, pues según él todas lo hicieron muy "natural". Pero lo bueno, mejor dicho lo "malo", de la noche todavía estaba por llegar.
La prueba de conocimiento, �fatal!. El profesor Juan Tao pensaba que estaba en un programa de humor con la cantidad de errores garrafales que cometieron las chicas, para muestra una fábrica de botones: como la ubicación del Barrio Chino, que según Lidia McNulty está en Avenida Balboa, �será dentro de la Cinta Costera?; o la confusión imperdonable de Gissou Cozzarelli, que dejó claro que para ella todos los de ojitos chinos son iguales. Confucio se revolcó en su tumba, pues además de ser el creador del confucianismo, según Gissou es el creador de la confusión y adoptó la nacionalidad japonesa. Pero esta era una competencia y la "pequeña" biografía de Akira Kurosawa, el emperador del cine japonés, que nos proporcionó María Luisa Grimaldo; la descripción de los samurái de Alicia Durán o el error de meses de Nagede Herrera, con la regalada pregunta de los juegos olímpicos, que ni siquiera el salto de Saladino la pudo salvar, les otorgaron puntos a las desmemoriadas de la noche.
Y como para ponerle la cereza al pastel, la pasarela en vestido de baño, en la que "las hijas del Mc Donalds y la Coca-Cola" mostraron sus celulíticos muslos y flácidos traseros. �Qué feo!
En fin, una buena recomendación es tomar todo el dinero que se están gastando en viáticos, horas extras, montajes y demás y hacer un solo concurso porque así como van de bellas sólo les quedará el nombre.
