El presidente palestino Yasser Arafat rechazó el plan de Israel para retirarse de Gaza al considerarlo una "farsa" que convertiría a la zona en "una gran prisión".
"La retirada planteada busca transformar la franja de Gaza en una gran prisión manteniendo el control israelí sobre las aguas territoriales, el espacio aéreo y los accesos fronterizos", estimó la dirección palestina.
Según el plan, Israel evacuaría los 21 asentamientos judíos y las tropas que posee en la Franja de Gaza a fines del 2005, pero controlaría su espacio aéreo, las aguas costeras y la frontera entre Gaza y Egipto hasta asegurarse de que la Autoridad Palestina elimine la actividad de los grupos radicales.
La dirección palestina afirmó que el plan de Sharon se oponía "a las resoluciones y a las leyes internacionales", y buscaba establecerse como estatuto final de los territorios ocupados, cuando en realidad esa cuestión debe ser negociada entre las dos partes. Caza implacable
Entretanto, Israel estudia atacar la base de Hamas en Damasco ante la posibilidad de que traslade su dirección a Siria tras el asesinato de los dos líderes del grupo en la franja de Gaza, Abdelasis Rantisi y el jeque Ahmed Yasín, y a la milicia Hizbulá en el Líbano.
Tras el asesinato de Rantisi por Israel, el líder de la organización en el exterior, Jaled Mishal, hizo un llamamiento desde Damasco a los dirigentes de Hamas en Gaza en el que les instó a elegir un sucesor, pero mantener en secreto su nombre para evitar que sea eliminado por el Gobierno de Israel.