La captura de "Don Mario" fue posible gracias a la ayuda del Gobierno de Panamá que permitió abastecer en su territorio a los helicópteros que perseguían al capo que se escondió en una zona cerca de la frontera, tratando de buscar una negociación con EE.UU., reveló ayer la prensa colombiana.
El diario El Tiempo asegura en su edición digital que "Don Mario", el capo más buscado de Colombia, se escondía a cinco kilómetros de la frontera con Panamá y la gasolina que los helicópteros necesitaban no alcanzaba para que la Policía hiciera las persecuciones.
"Allí era intocable, tenía lanchas en cinco puntos diferentes para huir hacia alta mar. Estábamos tan desesperados, que incluso pensamos enviar tres aviones DC3 con gasolina para parquearlos (estacionarlos) en Acandí y Sapzurro (cerca de la frontera) y tener autonomía de vuelo", señaló el director de la policía judicial, coronel César Pinzón.
Precisamente, lo primero que dijo el capo en el momento de ser capturado el pasado miércoles fue que se encontraba cerca de la frontera porque estaba negociando con las autoridades de Estados Unidos su sometimiento a la justicia, asegura el diario.
El ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, aseguró hoy a la emisora de radio RCN que "Don Mario", alias de Daniel Rendón, debe ser entregado a Estados Unidos a pesar de que ofreció ser un "gestor de paz" y desmovilizar a 6.000 hombres que supuestamente hacen parte de un grupo paramilitar.
"Debe ser extraditado a Estados Unidos (..) no debe ser merecedor de ningún tipo de beneficio", advirtió sobre los beneficios que recibieron los más de 31.000 ultraderechistas que se desmovilizaron en el marco de un proceso de paz.
Entre tanto, la Fiscalía señaló este domingo que antes de ser extraditado a Estados Unidos "Don Mario" debería responder ante las autoridades colombianas por los cientos de crímenes y asesinatos que se le imputan.
Rendón fue capturado el miércoles en un paraje rural de Urabá, una región del norte del país donde estableció una gran ruta de la droga, impuso su ley y atemorizó a la población durante varios años.
El jefe mafioso, de 45 años, fue detenido en Manuel Cuello, paraje rural de Necoclí, localidad en la región caribeña de Urabá, donde creó en 2006 un grupo armado con más de 1.000 paramilitares para controlar el narcotráfico.
