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Carlos Barés  |
El buque panameño Otterloo ingresó a Colombia un gigantesco arsenal. Las armas fueron vendidas por la Policía de Nicaragua a un intermediario que aseguró representar a la Policía de Panamá, pero que fueron desviadas a territorio colombiano.
El Tiempo de Bogotá habla de un arsenal de 3000 AK-47 y 5 millones de balas respectivas.
La bandera panameña del Otterloo entró a Colombia el 10 de noviembre. Un mes después, cuando las autoridades colombianas fueron alertadas, ya era muy tarde: Los camiones habían entregado su carga y los destinatarios no dejaron rastros.
La Policía de Panamá obtuvo información, a finales de enero pasado, acerca de que estaban comprometidos en la comercialización del material bélico y abrió una investigación interna para establecer la autorización de la compra.
Sobre este caso, el director de la Policía de Panamá, Carlos Barés, no respondió las cinco llamadas telefónicas que le hizo EL TIEMPO.
En diciembre pasado, Miguel Antonio Bernal, ex asesor presidencial de Mireya Moscoso, la mandataria panameña, cuestionó que a la Policía se le hubiera autorizado la compra de cerca de 5 millones de dólares en armas. Según él, el material se adquirió pero no se sabe a quién y si en realidad llegó a ese país. La Policía también guardó silencio en esa ocasión. Nacional P.3 |