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Los combos nacionales |
El corte afro, los pantalones basta de elefante, la película "Fiebre de sábado por la noche", Farah Fawcet, Andy Warhol, John Travolta y la música disco, son los iconos representativos de la década de los setenta.
En Panamá, se une a esta "onda" una representación musical bañada de poesía popular a la que el pueblo bautizó como Combos Nacionales, género en el que destacaron grandes éxitos como Noche de Carnaval, Siembra un palo que sea de mamey, Elisa, La Luna y el toro, La espiritista, Mi triste confesión y Sandra, entre otros.
Uno de sus exponentes Guillermo Quezada, nos cuenta que esta corriente tuvo su origen en los zaguanes de las viejas casas de madera de los barrios de El Chorrillo, Calidonia y Río Abajo. "Cuando nosotros estabamos ahí en las casas de madera, siempre sacábamos una ukalele, una conga, unas maracas nos agrupábamos, en los zaguanes y yo creo que de ahí nació en parte los combos".
Según el entrevistado esta tendencia abarcó los finales de los sesenta, donde ya existían agrupaciones como los Exiters, Persudiers, Sui Generis. Ya en los setenta aclaró, los combos estaban bien pegados, llegando a su máxima expresión.
Sobre cómo era el ambiente, dijo que todo era bien sano. "Uno salía con sus prendas, podías dejar tu casa segura y hoy en día no se puede, todo era bien sano", manifestó.
Indicó que los jardines eran los escenarios oficiales de los combos, destacando al Orgullo de Azuero, el Balboa, Cosita Buena, Atlas y el Clases y Tropas. Reconoció que a los toldos iban cuando habían patronales en los pueblos.
Resaltó a grupos como los Panaswing, Los Happy Boys, Los Superiores, los Mozambiques, All Fantastic, los Beechers, que se encontraban entre los más conocidos.
Distinguió a Arcadio Molinar, Carlos Martínez y Gabino Pampini, como grandes exponentes de este género.
Destacó los temas Sacúdeme, Sandra, Mi triste confesión. Consideró que en el caso del grupo Mozambiques casi todos los temas eran éxitos. |