Fuertemente presionado tras su fuerte resbalón en la Premier, y pendiente de la evolución de Wayne Rooney, el Manchester United recibirá en Old Trafford al Barcelona con la intención de enmendar su situación, y consciente de que cualquier negligencia podría resultar fatal.
Tocados anímicamente, la duda que planea en la cabeza de Ferguson en el apartado táctico la plantea la forma física de uno de los hombres más determinantes, el inglés Wayne Rooney.
El internacional agravó un problema de cadera que sufría desde el partido de Liga frente al Blackburn Rovers.