FSLN niega promover la violencia, pero
sí destituir a Alemán
Managua
ACAN-EFE
El Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN) negó ayer, viernes, ser el promotor de la violencia
que vive Nicaragua, pero confirmó que busca mecanismos para destituir
al presidente de este país, Arnoldo Alemán.
El diputado sandinista Bayardo Arce afirmó que el FSLN apoya las
"justas demandas" de diversos sectores al gobierno, de la misma
forma que respaldó al Consejo Superior de la Empresa Privada, las
Cámaras de Comercio y de la Pesca, o las víctimas de la guerra.
Arce responsabilizó al gobierno de introducir tensión en
el país, al "atropellar" a la población, al desacatar
a la Corte Suprema de Justicia, y las leyes, hacer politiquería electoral
y campaña para destituir al contralor general de la república
(fiscal de cuentas), Agustín Jarquín.
El diputado Arce, al igual que el principal líder del FSLN, Daniel
Ortega, han instado a los estudiantes universitarios que exigen el seis
por ciento del presupuesto nacional, a los transportistas que realizan un
paro nacional y pobladores en general, a no caer en actos de violencia.
El líder sandinista recordó que los transportistas denuncian
la agresión de parte de grupos de "delincuentes pagados por
el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) ", en el poder, que en
ocasiones han protagonizado luchas con piedras y morteros caseros (bombas
caseras).
Bayardo Arce confirmó que como oposición, buscan la destitución
del presidente Alemán, por medio de mecanismos legales, por caer
en desacato a las leyes.
Añadió que esa lógica la utilizan en Estados Unidos,
paradigma de la democracia, donde los republicanos pasaron un año
abocados en destituir al presidente Bill Clinton, pese a sus éxitos
en materia económica, sólo porque tuvo una aventura personal.
El dirigente rechazó "la lógica liberal de que el
gobierno tiene derecho de hacer lo que quiera contra la población"
y por el contrario, pese a cuestionar la legalidad de la elección
de Alemán, siempre han estado dispuestos a dialogar.
Arce recordó que tres días después de la toma de
posesión de Alemán, el 13 de enero de 1997, los sandinistas
se sentaron con él, en busca de un "acuerdo nacional" de
gobernabilidad, diálogo que fracasó, porque el gobierno no
cumple con las leyes.
Expresó que el cardenal nicaragüense, Miguel Obando, "no
oculta su poca simpatía por el FSLN y su amplio favoritismo al PLC,
no llama al gobierno a cesar la corrupción, que cumpla con las leyes
y se someta a la Corte Suprema de Justicia".
Según Arce, el presupuesto del gobierno liberal dista mucho de
la pobreza del país, de los daños del huracán "Mitch",
de los damnificados que viven en champas de plástico (casas forradas
con plásticos) y tiene más de mil 600 millones de córdobas
(137 millones de dólares) en gastos no soportados.
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