EDITORIAL
Reflexiones sobre el Día del Trabajo
La cualidad que otorga preeminencia
a la especie humana radica en su capacidad de construir la vida material
que denominamos civilización; invento que se encamina a garantizar
al hombre el pleno disfrute de la existencia, tanto en emociones como sensaciones
y reflexiones, estadio llamado Eros, que se logra mediante la capacidad
de reflexionar y anticipar prospectivamente, planificando comportamientos
y resultas.
El trabajo es la materialización de las capacidades y condiciones
del homínido; y su ejercicio construye las maravillas del mundo que
nos sorprenden y llenan de regocijo; sin embargo, los repartos en el ejercicio
laboral no es proporcional en las fórmulas imperfectas de los dividendos
sociales que durante largos períodos oscurantistas expoliaron en
esclavitud y sumisión al trabajador, uniéndolo al destino
de la tierra, convertido en siervo de la gleba.
La incorporación de los ingenios mecánicos al proceso creador
de las riquezas; la aplicación del vapor de agua a la producción,
permitió la gran Revolución Industrial que rompió los
moldes cercados del feudalismo, reuniendo bajo el alero del taller fabril
trabajadores venidos de las antípodas, que al adquirir conciencia
de su condición de clase, forjaron las herramientas gremiales del
sindicalismo encaminadas a erradicar las desigualdades y las discriminaciones
indignas.
En Chicago, Estado de Illinois, en Estados Unidos de América,
un puñado de trabajadores fabriles reclamaron airados la duración
de las jornadas de trabajo y exigieron las ocho horas diarias, con una huelga
masiva que las autoridades reprimieron encarcelando a los ideólogos
reclamantes y los sentenciaron a muerte por ahorcamiento; ejecutándolos
en plaza pública para elevarlos a la condición de Mártires
de Chicago, que son recordados hoy Primero de Mayo, efemérides del
trágico suceso.
El trabajador avanza con gigantescos pasos; sus luchas sindicales alcanzan
victorias y adelantos; logros que humanizan las relaciones obrero-patronales
y en justicia distributiva entregan porciones importantes de los beneficios,
plusvalías o ganancias que el esfuerzo creador genera.
Hoy, Primero de Mayo, los panameños celebramos la histórica
fecha y expresamos nuestras aspiraciones de equidad y justicia social, en
el entendimiento de buscar estadios que logren repartir la paz, el pan y
la felicidad.
En Panamá, los gremios de los trabajadores están en arrinconamiento,
cuando políticas oficiales desconocen sus conquistas, disminuyen
sus victorias, y retrasan el avance con secuelas de desempleo, carencias
y desesperanza en un aplastamiento social indigno; razones por las cuales
urge invocar un radical cambio de actitudes que devuelva dignidad, respeto
y oportunidades a los laborantes, en el derrotero al Tercer Milenio.
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AYER GRAFICO |
Tiroteada la emisora CPR de Colón del radiodifusor Jacobo "Baby"
Salas |
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