La tala de mangle en el distrito de Chame, para ser transformado en carbón vegetal, varas para la construcción de ranchos y astillas para los hornos de pizzerías, en una actividad que está en peligro y de la cual dependen más de 500 familias, tan solo en el sector de Espavé de Chame.
El Puerto de Chame, a solo cinco minutos de la carretera Interamericana es el punto de desembarque de mangles, el cual es talado en diferentes áreas de la Bahía de Chame; además de ser el sitio en donde se levantan los hornos para elaborar carbón, para luego ser colocado en sacos para la venta.
POCA RENTABILIDAD
Angel Tuñón quien por años se dedicó a la extracción de varas de mangle para ranchos y puntales usados en la construcción de edificios, asegura que la actividad ha dejado ser rentable, especialmente por los impuestos que se deben pagar a la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y Municipio.
Otro inconveniente es el bajo precio que se paga y que no compensa el trabajo realizado para la extracción, la cual se debe realizar cada vez más lejos
Según Tuñón, años atrás su sistema de trabajo consistía en sacar mangle sólo cuando había un contrato de compra en firme y que le permitía obtener el dinero necesario para el sostenimiento de la familia,
Según él, la nueva regulación que pretende implantar la ANAM sería condenar a las familias que dependen de esta actividad a quedar sin trabajo, considerando que esta es la única fuente de trabajo en la zona y un "estilo de vida".
ESTADO ACTUAL Y PROTECCION
La tala sin control de mangle, en el distrito de Chame hizo desaparecer los manglares existentes en el Corregimiento de Gorgona y amenaza con hacer desaparecer los pocos que aún existen en cuatro corregimientos, los cuales intentan ser protegidos a través de una ley.
Los escasos manglares existentes en el distrito de Chame, se ubican en los corregimientos de Chame, Sajalices, Punta Chame y El Líbano, entre los cuales suman a penas 2,830.89 hectáreas.
Según datos de la ANAM en el Corregimiento de Sajalices existen 54.40 hectáreas, Espavé-Sajalices 429.41 hectáreas, Ferri 130.49 hectáreas, Santa Cruz 279.79 hectáreas, Pajonal 599.04 hectáreas, El Líbano 610.28 hectáreas y Punta Chame 727.84 hectáreas.
Paralelo a las acciones de la ANAM, el Municipio de Chame intenta prevenir la desaparición de los manglares a través de un Acuerdo, en el cual las 2,830.89 hectáreas de manglares existente quedan incluidas dentro del �rea de Manejo Especial Municipal - Manglares y dentro de la clasificación de Sistema Nacional de �reas Protegidas (SINAP).
Parte del Acuerdo advierte que dentro del distrito de Chame se vienen observando una progresiva devastación de los manglares, los que representan una fuente incalculable de recursos económicos y alimenticios, además de ser sitios de reproducción para la fauna marina de los océanos y de sustento para los habitantes de estas regiones.
Este Acuerdo en el numeral nueve crea el área de uso múltiple (área de manejo Municipal ), Manglares en la Jurisdicción de los Corregimientos de Sajalices, Bejuco , El Líbano, Punta Chame y se dictan otras medidas.
El Acuerdo se basa en los artículos 119 y 233 de la Constitución de La República y la Ley 41 general del Ambiente de 1998; además de la Ley 6 de 2006 y en la competencia de los Consejos Municipales de dictar medidas para proteger y conservar el medio ambiente.
Con la aprobación de este documento se intenta proteger, conservar y manejar los recursos naturales, además de detener y controlar las malas prácticas de extracción del recurso forestal y optar por un aprovechamiento del recurso en forma sostenible.
Igualmente garantizar el buen manejo del área protegida, cumpliendo con lo que establece el plan de manejo de manglar de Chame y con la asesoría técnica de la ANAM y ofrecer y generar opciones, oportunidades y participación en el desarrollo integral de las comunidades, a través de las actividades económicas tradicionales del área y buscar nuevas fuentes de ingresos y alternativas de desarrollo que sean ambientalmente adecuadas y sostenibles.
Los manglares quedan incluidos en el Sistema Nacional de �reas Protegidas, lo que implica que las familias que dependen de la extracción de manglares, tendrán un límite en la extracción y que estará basado en los resultados del inventario forestal que se deberá realizar en cada sector.
Este inventario el cual deben realizar los grupos o personas que quieran explotar la madera del mangle, indicará la cuota permisible anual que se puede extraer de cada manglar y de la cual no es posible excederse.
Mientras no se cuente con este estudio, los grupos que extraen mangle en el distrito de Chame, tendrían que abstenerse de explotar este recurso.
No obstante, el Municipio de Chame se cuidó de no incluir dentro del �rea de Manejo Especial Municipal - Manglare el sitio en donde se ubica en vertedero municipal y en donde existe cierta cantidad de manglares.
EDUCACION PARA PRESERVAR
Para preservar los manglares se hace necesario fomentar una cultura ambiental en las comunidades aledañas, enfatizando la importancia de la conservación, protección de los recursos naturales y el ambiente para las presentes y futuras generaciones y poder captar fondos nacionales e internacionales a través de la formulación de proyectos que incidan en una mejor calidad de vida para la comunidad.
La ANAM inició un programa a través del cual demostró a los educadores la importancia ecológica y comercial de los manglares además y el por qué de su conservación, especialmente para la vida acuática y terrestre.
Según un informe de la ANAM este programa está siendo adelantado con 13 educadores de las escuelas próximas a las áreas de manglares del distrito de Chame.
Cada educador trabaja con una Guía Didáctica Marina de Educación Ambiental, que servirá para transmitir a los estudiantes sus experiencias en los manglares y cómo preservarlo.
Enseñando la importancia del Bosque de Manglar, como refugio de aves y la protección que ofrece contra las marejadas.
Además de poder identificar las diferentes especies de mangle que se encuentran en la Bahía de Chame, específicamente Mangle Salado. Mangle Rojo y Mangle Blanco, todos los cuales, ejercen una función ecológica y comercial para conservación de la vida.
