Dentro de un año deben realizarse las elecciones generales en Panamá. El oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD), con su denominado proyecto para gobernar por 25 años, aspira a repetir en el poder.
Esas posibilidades son reales. El PRD cuenta -según los informes de marzo- con 588, 362 adherentes. Es un apetecible caudal de simpatizantes, que puede llegar hasta 600 mil con la jornada de inscripción que programan para hoy.
La oposición no logra articular una alianza. Las divisiones son inmensas. Unidos se les hace difícil vencer al PRD y divididos tienen una derrota anticipada. Lo de las interparidarias parece que no llegará a ningún lado.
Lo único que se vislumbra es que la dirigencia opositora opte por alinearse en torno a la candidatura adversa al PRD que registre el mayor porcentaje de aceptación popular en el cuatrimestre previo a los comicios del 3 de mayo de 2009.
No hay duda que en el panorama político hay tres fuerza políticas fundamentales: PRD, el Panameñismo y Cambio Democrático. El resto de los colectivos corren el riesgo de no subsistir tras las elecciones del 2009.
La subsistencia de muchos colectivos depende de la calidad de candidatos que presenten para otros cargos de elección como diputados, alcaldes y representantes de corregimientos.
Al mismo tiempo, ya es hora que la ciudadanía despierte y reclame a los candidatos planes de gobierno y no conformarse con la verborrea diaria de éstos y la distribución de gorras, camisetas y propaganda.
Panameños tienen que despertar y no dejarse deslumbrar por caras, discursos o plata, sino por los programas que el candidato de hoy y presidente de mañana, proponga ejecutar. �No botes tu voto!