Martes 4 de mayo de 1999

 








 

 


Secreta bomba de grafito fue usada en ataques de la OTAN

Washington
AFP

El ataque de la OTAN que bloqueó la mayor parte de la energía eléctrica en Yugoslavia, levantó el velo sobre un arma secreta cuya existencia nunca había sido revelada: la bomba de grafito.

Los portavoces de la OTAN y del Pentágono dijeron solamente que un arma especial fue usada por primera vez en los ataques al sistema eléctrico en la noche del domingo.

Fuentes diplomáticas en Bruselas la identificaron como la bomba de grafito, una versión mejorada de la bomba usada por primera vez en 1991 en la Guerra del Golfo para obstruir el sistema energético de Irak.

"Es un arma secreta, cuya existencia no había sido admitida previamente", dijo John Pike, un experto en tecnologías militares de la Federación de Científicos Estadounidenses.

Pike especuló con que probablemente se trate de una bomba guiada por satélite que contiene cientos de kilos de grafito en polvo con carga explosiva.

Un altímetro puede ser usado para detonar la bomba a una cierta altura sobre una estación generadora de electricidad, esparciendo el grafito en una nube de varios centenares de metros de extensión que se asienta luego sobre el área elegida.

El efecto puede ser como "lanzar un fósforo encendido en un depósito de gasolina", agregó Pike.

"Básicamente, puesto que el grafito es un conductor, este polvo produce cortocircuitos en la estación transmisora, por lo que ésta queda fuera de servicio, y se queman importantes componentes de la estación", según Pike.

Los cortocircuitos dañan permanentemente los equipos de la estación. La corriente eléctrica puede ser restablecida si existen otras estaciones transmisoras y equipos de reserva, que permitan redistribuir la energía, dijo Pike.

El experto afirmó que la bomba de grafito es aparentemente una versión mejorada de la bomba usada en la Guerra del Golfo. Esta bomba hacía llover láminas de metal en lugar de grafito sobre las estaciones generadoras de electricidad para causar los cortocircuitos.

"Aparentemente, decidieron que el polvo de grafito es un medio más efectivo de hacerlo", dijo.

"En menos de un minuto los militares serbios mataron el sábado primero de abril a mis tres hermanas y a otros siete menores", denuncia Dren Caka, un niño albanés de 10 años, rescatado de Djacovica (sur de Kosovo), actualmente atendido en el hospital militar de Tirana.

"Dando gritos y furiosos, seis militares serbios entraron en nuestra casa el sábado a la una de la mañana. Nos pidieron sentarnos en sillas y sofás y comenzaron a disparar", prosigue Dren, antes de estallar en sollozos.

"Primero mataron a mi prima de 13 años, después dispararon contra Dalina, mi hermana de 8 años, luego contra Delvina, mi hermana mayor de 13 años. Después mataron a mi mamá disparándole por la espalda cuando se hallaba de rodillas tratando de ponerle los pantalones a mi hermanita de dos años. Era el día de su cumpleaños", cuenta.

Dren, que recibió un balazo en el brazo, señala que simuló estar muerto. Un poco después los militares prendieron fuego a las cortinas de la casa. El chico pudo escapar por la ventana. Afirma que trató de llevarse en sus brazos a Dianaque gemía aún. "Pero mi brazo me dolía demasiado ... entonces corrí solo hacia la casa de mi tía, a unos 50 metros".

19 albaneses, de los cuales 11 menores, se hallaban escondidos en esa casa de Djakovica en medio de un barrio donde viven numerosos serbios y donde pensaban estar en seguridad.

"Primero me atendieron en Kukes (norte de Albania) y ahora estoy aquí en Tirana", indica el niño, cuyas declaraciones fueron recogidas por un representante del Tribunal Penal Internacional (TPI).

Su padre Ali Caka, soldado del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), abandonó las armas al enterarse de la tragedia de su familia. Este ex chofer de taxi de 60 años se reunió con su hijo en Tirana. "Eramos una familia feliz, mi mujer profesora de música tocaba el piano, los niños eran felices y nos gustaba la vida. De toda mi familia sólo queda ahora Dren", dice.

Ese niño sufre hoy de "un síndrome sicotraumático crónico", estima uno de sus médicos, el doctor Lurieta Peci. Bren tiene un enorme sentimiento de culpabilidad por no haber podido ayudar a sus seres queridos. Se niega obstinadamente a mirar las fotos de su familia y prohibe a su entorno pronunciar la palabra "mamá".

En la habitación donde se halla, dibuja en negro y rojo una casa en llamas, rodeada de tanques y hombres en uniforme negro. "¿El rojo puede cubrir el negro?", pregunta, abriendo sus ojos.

Cada noche Dren Caka se despierta asustado por el más mínimo ruido. Dice que oye aún los llantos de su hermanita. En medio de sus pesadillas grita: "los soldados, llegan los soldados, están aquí...".

 

 

 






 

Mujeres protestan desnudas en Madrid por Yugoslavia

PRI tendrá candidato al gusto del presidente

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | COMUNIDAD | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICIONES ANTERIORES


   Copyright 1995-1999, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.