Infierno en Santa Ana
Omar Wong Wood y Diamar Díaz
Crítica en Línea
El corregimiento de Santa
Ana se convirtió ayer en un infierno. Un incendio arrasó 17
inmuebles, dejando a 2,000 personas damnificados, un desaparecido que
se teme murió calcinado-, 8 heridos y escenas de histeria y dolor.
A las 2:25 p.m. una piedrera que disputaba con su marido una dosis de
droga originó el incendio en el inmueble 9-17, un caserón
de madera condenado hace meses, que está ubicado frente a la antigua
escuela San José de Malambo.
En cuestión de segundos el fuego se propagó alcanzando
a otros edificios ubicados en las calles 13, 14, 15 y 16, a pesar del esfuerzo
de 180 bomberos, afectados inicialmente por la baja presión lo
cual se solventó con el apoyo del IDAAN- y el mal estado de los hidrantes.
Cuatrocientos cuartos fueron consumidos por las llamas y con ellos las
pocas pertenencias de gente muy pobre.
La manzana era un total caos: llamas, gritos, llantos, gente tratando
de salvar algo y columnas de humo que se distinguían a kilómetros.
Esto es una "emergencia nacional", declaró el ministro
de Vivienda, Roosevelt Thayer, quien ordenó alojar a los afectados
en los edificios del sector que estén desocupados, la vieja Aduanas
de Avenida B y los gimnasios de San Felipe y Barraza.
Varios camisas rojas resultaron con quemaduras en uno de los peores incendios
de las últimas décadas. Hasta el momento continúa desaparecido
Mauricio Fernández, de 25 años, un ciudadano que se teme murió
calcinado. Los bomberos buscaban su cuerpo bajo los escombros.
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