La 41 versión de la leyenda Vallenata, fue contaminada con agrupaciones ajenas a la leyenda y distantes a lo que es el folclore en este mundo. Valledupar vive separadamente del resto de los terrícolas, una mitología que merece respeto. Cuentan que Francisco Moscote, le ganó al mismísimo Diablo tocando acordeón y por esa hazaña, Francisco el hombre, es piedra angular de la vida provinciana. Pasó con Don Pacho Rada Escartín, a quién metieron preso nadie sabe cuando, con todo y acordeón después de una parranda, en la celda se puso a tocar y a cantar con tanta ternura, que la gente del cacerío "El Plato, " lo sacó en hombros de la cárcel. De Emiliano Zuleta se piensa que ha vivido todo el tiempo y que anda por esos caminos componiendo versos como el de la gota fría, así pasara con Moralito y Leandro Díaz, que hasta los extranjeros que vivimos el vallenato, los tratamos como si les debiéramos muchos favores y millones de dólares.
Sostengo que Valledupar es para el mundo un escenario virgen para la promoción natural del talento de la música Vallenata. No es justo que un refugio cultural único, sea atacado por la anticultura del "Reguee". Si el asunto era darle espacio a otras expresiones en un día especial del festival; Panamá ó la misma Colombia hubiesen llenado a cabalidad la sombra de la "cachucha bacana" solamente con Folclore, pero nunca con ese descomunal enredo de octosílabos incoherentes proferidos por descamisados más tatuados que yegua de pobre, que si los míticos campesinos que crearon sin saber leer ni escribir, los primeros aires vallenatos observaron junto con Alejo Durán (El Grande), este atentado al corazón de Valledupar, estarán con pena. Los que fueron por primera vez al Festival les gustó mucho, (preferí callarme, hasta ahora). Felicitaciones al comité, a Dionnel Velásquez Castro(Rey Infantil), a Alejandro Berrugo(caja), David Cabarcas (Churuca) y a Cristian Camilo Peña Rey Vallenato 2008 y saludos al Turco Hill.
