Se insta a legisladores a no impugnar
a Yeltsin
Moscú
AP
Legisladores furiosos arguyeron
y gritaron ayer en la cámara baja del parlamento, esgrimiendo razones
a favor y en contra del enjuiciamiento político del presidente Boris
Yeltsin, mientras el Kremlin advertía que cualquier paso para remover
al presidente de su cargo será una declaración de guerra y
sumirá al país en el caos.
Funcionarios del Kremlin formularon la advertencia al comienzo del segundo
día de audiencias de la cámara baja en torno a cinco acusaciones
de impugnación.
Los legisladores pronunciaron vehementes discursos en favor y en contra
de la impugnación, y varios dirigentes opositores vaticinaron que
por lo menos una acusación será aprobada.
La impugnación de Yeltsin "agravará seriamente la
situación política'' y será una declaración
de guerra, dijo un alto funcionario del Kremlin según la agencia
noticiosa ITAR-Tass.
"Las decisiones del presidente podrían ser las más
inesperadas'', dijo el funcionario en una aparente advertencia de que la
cámara baja o "Duma'' podría ser disuelta si respalda
la impugnación.
El dirigente nacionalista Vladimir Zhirinovsky, cuyo partido respalda
a Yeltsin, perdió los estribos repetidas veces y gritó que
el presidente no debe ser impugnado porque los bombardeos de la OTAN contra
Yugoslavia son también una amenaza contra Rusia.
"Tenemos un enemigo externo que nos destruirá. Están
bombardeando a Yugoslavia... para poder luego bombardear a Moscú'',
gritó mientras golpeaba el podio con un puño.
Los legisladores comunistas en cambio exhortaron a la destitución
de Yeltsin. El doctrinario Sergei Baburin acusó al mandatario de
estar "interesado sólo en el poder, no en el bienestar del pueblo''.
Pero los diputados liberales también fustigaron al presidente.
El legislador Vladimir Lysenko lo acusó de traicionar a la democracia
y lo instó a renunciar.
"Boris Nikolayevich, usted tiene que decidirse. Mañana puede
ser ya demasiado tarde'', dijo Lysenko.
Los letrados del poder ejecutivo calificaron a las audiencias de la Duma
de escarnio de la justicia: "No permitiremos ... un juicio político
por turba descontrolada'', dijo Vladymir Ryzhkov.
Los legisladores escucharon deposiciones de cinco testigos hoy, los que
abundaron sobre aspectos legales del juicio político. Otros 25 testigos,
incluso el ex líder soviético Mijaíl Gorbachov, no
se presentaron a la audiencia, que concluyó en horas de la tarde.
Se tiene entendido que los testigos ausentes se oponen al enjuiciamiento
de Yeltsin, y la Duma no puede exigirles acto de presencia.
Los cargos contra Yeltsin incluyen: destrucción de la Unión
Soviética, entrega de Rusia a Occidente, iniciación de guerra
en la república disidente de Chechenia, disolución ilegal
del parlamento en 1993 y genocidio en perjuicio de la nación rusa,
mediante políticas que destruyeron su economía, su sistema
de salud pública y redujeron la expectación de vida de sus
ciudadanos.
Hasta ahora, dos facciones y una cierta cantidad de diputados independientes
han hecho saber que hay por lo menos 125 opuestos al proceso, por lo que
se reduce que la votación podría ser muy apretada.
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