Tres adolescentes fueron capturados in fraganti luego que la policía fuera alertada de las fechorías que aparentemente cometieron contra un local comercial.
Los menores de edad, cuya estructura ósea era frágil y despertaba una pusilánime acción a sus captores, confesaron su acción.
El trío malvado fue apresado por la Policía cuando huían, según consta en un reporte oficial. El suceso se dio próximo a la antigua "Cuchilla", en Calidonia.
Los enseres que habían hurtado los menores infractores de la justicia fueron devueltos a la parte afectada.
También se informó que los señalados fueron remitidos a la Policía de Menores donde deberán permanecer hasta que rindan declaración.
Tras una pregunta que se le formuló a los implicados, el más osado de los tres se atrevió y contestó que era por la falta de dinero en su casa.
Al notar que el más alto de los tres habló, el otro menor, de 14 años, pero con mirada perdida- como quien observa a lo lejos una causa fallida- y de aspecto raquítico, explicó que no tenía cómo comer y el papá estaba preso.
Uno de los detenidos, el que vestía jeans azul, zapatillas blancas sin cordones y suéter verde, narró que su mayor problema es que la sociedad no le daba una oportunidad trabajo.
Con palabras entrecortadas uno de los arrestados dejó saber que si la gente le quiere ayudar, le consigue un empleo.