No permite que la toquen ya que piensa que todos le quieren hacer daño.
Sus débiles huesos hambrientos por un plato de comida, no le dejan estar ningún minuto de pie.
Cada día que pasa son más los sufrimientos, temores y traumas que lleva una mujer de 30 años, quien tiene problemas mentales.
La mujer que posee un fuerte cuadro de desnutrición, no confía en nadie y teme contar lo cruel de su vida.
Se conoció que unos vecinos de Samaria, San MIguelito, fueron quienes alertaron a las autoridades. Los moradores aseguraban que la mujer era víctima de su padre y de unos amigos que abusan sexualmente de ella y hasta le pegan.
MANO AMIGA
Para suerte de esa mujer, todo cambió. Miembros de la policía y las autoridades encargadas de violencia intrafamiliar la sacaron de ese hogar donde le llenaban la vida de infelicidades.
Ayer, miércoles, en horas del medio día, ella fue trasladada a la Sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás. Su cuerpo no resistía más y necesita ayuda médica.
Su llegada al "Gran elefante blanco" fue triste. Esa mujer no podía caminar; sus huesos no resistían, por ello tuvo que entrar al nosocomio en silla de ruedas.
Aparentemente los constantes abusos a los que era sometida, realmente son ciertos. Las autoridades investigan una a una las acusaciones.
Lo que sí es cierto es que los encargados de esa mujer ni siquiera le proporcionaban un plato de comida, por lo menos para mitigar su fatiga y tristeza.