Siendo un jovencito pude ver cómo eran cargados camiones con sacos de naranja.
Mi curiosidad me llevó a averiguar a cuánto vendían el saco en aquella época.
Supe que a un balboa por cien naranjas. Me extrañó ese precio, porque en la ciudad, las naranjas se vendían a cinco centavos en los súper.
Seguí preguntando. Los compradores me dijeron que ellos se arriesgaban a que se dañaran algunas naranjas, tenían que invertir en camión, combustible y conductor.
Por eso vendían los frutos a un precio superior. Finalmente en un súper alguien me explicó que ellos ponían un local con aire acondicionado, buena luz y agradable espacio. Todo eso significa un costo adicional a la naranja.
Añada que también ellos tienen riesgos, porque si no compran la naranja se dañará y perderán dinero.
Así que estaba plenamente justificado, la enorme diferencia que había entre el saco de naranjas comprado en El Valle y la que se vendía en la ciudad.
Años después, en clases de Economía, me enteré de que el dueño de las naranjas era "el productor". Quien la compraba se llamaba "intermediario" y finalmente el comerciante que las vendía.
Esta situación que se daba con las naranjas de El Valle, aunque tiene muchos años, estoy seguro de que continúa.
Parece que existen reglas del mercado que impiden que un producto sea comprado a un precio bajo.
Se han hecho esfuerzos por evitar ese sobreprecio que se da entre el productor y el consumidor de productos, especialmente los del campo.
Uno de ellos es "eliminar el intermediario". Pero, �quién va a llevar el producto hasta los centros de ventas?
Aquí y en otros países se han hecho experiencias, donde el Gobierno pone los camiones para traer los productos a la capital.
Sin embargo, esta solución afecta a varios trabajadores que ganan dinero buscando y transportando los productos.
Otro esfuerzo son las "ventas directas". Algunos productores vienen con su mercancía a la capital para venderla a los comerciantes.
Se logra un precio más bajo, pero no siempre el productor es efectivo en su nuevo papel "intermediario".
Las "ferias libres" y ahora los productos "Compita" son acciones del Gobierno que buscan rebajar artículos comestibles. Deben mejorarse.
De todas maneras, como me dijeron algunos "naranjeros", son los productores los que menos ganan en esta cadena comercial.
