El italiano Iván Basso remató el buen trabajo de sus compañeros del equipo Liquigas y se adjudicó la decimoquinta etapa del Giro de Italia, que unió la ciudad de Mestre con el alto de Zoncolan, de 222 kilómetros, y el español David Arroyo (Caisse dEpargne) conservó la camiseta de líder. Basso, vencedor del Giro en el año 2006, dio un golpe de mano en la considerada etapa reina.