Universitarios buscan frenar la
destrucción ecológica
Universitarios de la provincia de Colón
unen acciones para frenar la carrera de la destrucción ecológica.
Mauro García Suárez
Colón - EPASA
Progresivamente, estudiantes
del Centro Regional Universitario de Colón (CRUC) y de la Universidad
Santa María la Antigua (USMA), se irán integrado a las acciones
para frenar la carrera de la destrucción ecológica, que deja
como saldo la desaparición de muchas especies y mantiene otras muchas
en vías de extinción.
Un futuro cercano pondrá en manos panameñas, una trilogía
de estructuras en el Atlántico del país, integrada por el
Fuerte San Lorenzo, el río Chagres y el bosque lluvioso que lo abanica
en ambos lados, con una superficie aproximada de siete mil hectáreas
y que habrá que proteger contra la deforestación y la acción
negativa del hombre.
Ante este importante y complejo reto, el catedrático universitario
y ecologista Luciano Hernández, va preparando el contingente humano
que habrá de convertirse en elemento multiplicador de defensa de
nuestro patrimonio histórico y geográfico.
Un recorrido de aproximadamente una hora desde las faldas de la represa
en Gatún, a través del río Chagres, conecta con un
posterior recorrido de unos veinte minutos a pie con el imponente Fuerte
San Lorenzo, donde ya la USMA, prepara un paquete que conjuntamente con
el CRUC, deberá además llevar al plano de la concordancia
con las instancias docente, administrativa y estudiantil, para efectuar
la solicitud formal a la Autoridad de Región Interoceánica
(ARI).
La idea es convertir al Fuerte San Lorenzo en un frondoso complejo turístico.
Construido en 1597, en la boca del Chagres, luego de que las riquezas que
circulaban por esta región atrajeran la ambición y el interés
de los piratas y que en el 1572 permitiera que Francis Drake se apoderara
del tesoro real enviado desde Perú.
Hay allí un insospechado caudal histórico para fascinar
a propios y extraños, tanto en el Fuerte San Lorenzo, como en los
antecedentes mismos de la población del Chagres, ligada a la del
río de su mismo nombre que en un principio se llamó "Río
de Los Cocodrilos", nombre que le dio en 1510, Lope de Olano, segundo
de Diego de Nicuesa, y que sería cambiado por Vasco Núñez
de Balboa, en recuerdo del Distrito de Chagres en España.
El paso por el Chagres hacia el Complejo Turístico San Lorenzo,
de seguro hará revivir a los turistas, las ancestrales exploraciones
que determinaron que este río fuese utilizado como camino fluvial,
hasta Nombre de Dios, durante la época lluviosa. Durante la estación
seca únicamente se hacía el viaje por tierra de Nombre de
Dios a Panamá, por un camino de 18 leguas entre estos dos puntos.
El Chagres cobra mayor importancia, cuando se descubren minas de plata
y oro en el Perú, ya que se convierte en camino obligado desde Perú
hacia la Metrópoli. Desde 1530, se transportaron por ese camino cantidades
incalculables de oro, lo que movió a Francisco Pizarro a apoderarse
del "Camino del Chagres".
Mucho más acá, como un complemento a todo este entorno,
está la represa construida en 1913, por la necesidad de represar
el lago Gatún, para suplir al Canal de Panamá de agua para
su funcionamiento, poco antes de que la primera nave Ancón, cruzar
la vía acuática.
Por su parte, la Asociación Biológica del Centro Regional
Universitario de Colón (ABIOCRUC), ya ha preparado en el sector del
bosque lluvioso, un sendero donde se ha iniciado la señalización
y clasificación de plantas y árboles.
Por supuesto, aflorarán en los visitantes muchas interrogantes
como la razón del sendero de estudio, qué tipo de especies
existe tanto de plantas como de animales, la temperatura del río,
su máximo y mínimo caudal, su salinidad y su principal importancia
dentro de estas siete mil hectáreas.
Pero para quien ha dedicado gran parte de sus experiencias a la dura
faena de la conservación de la fauna y la flora, Luciano Hernández,
la importancia del Complejo Turístico del Fuerte de San Lorenzo,
es que los turistas internos, se conviertan también en turistas de
las cosas valiosas que se tienen a mano, el patrimonio histórico
y geográfico, "porque siendo dueños de todo esto, lo
desconocemos y por ende estamos propensos a cometer o incurrir en daños
dentro del área, si no llegamos a consolidar esta idea".
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