EDITORIAL
Limbo
jurídico de los Intereses Preferenciales
La terminación
de la vigencia de la ley que estableció intereses preferenciales
para las construcciones de vivienda y sus remodelaciones, hasta
sesenta y dos mil balboas, el pasado 20 de mayo, coloca en difícil
trance a más de cinco mil panameños, solicitantes
de hipotecas bancarias, para adquirir el techo propio; situación
que genera inquietudes y crecientes reclamos en el seno social,
que aspira a la renovación de los sanos predicados legales
de la exinta ley.
El segmento social afectado con la terminación del
incentivo en los intereses de viviendas radica en familias de
la clase media baja, que con esfuerzos y en colaboración
de sus miembros acumulan los montos de ingresos adecuados requeridos
para tales compraventas; aspiración que se esfuma, dejando
el mal sabor de las frustraciones y el resentimiento de la inequidad.
El proyecto que actualmente tramita la Asamblea Legislativa
para reponer el incentivo de la vivienda señala el tope
máximo en veinticinco mil balboas; suma que solamente
permite adquirir techo de limitadas dimensiones, calidad y localización,
propio de personas de reducidísimos ingresos, y busca
resolver estas necesidades básicas en los desposeídos
de la fortuna.
La actividad constructora y urbanística panameña
se incrementó rápidamente con los presupuestos
legales de anterior vigencia y generó niveles millonarios
en la actividad económica, rubricando el indiscutible
acierto de tales normas incentivadoras.
Los trabajadores y suministradores de insumos y servicios
a la actividad constructora presienten un acelerado deterioro
en el corto futuro si se cambia las reglas del juego que dominó
los quehaceres inmobiliarios, empresariales y bancarios, lo cual
agudizará las pérdidas de empleos de salarios que
la cancelación de los sitios de defensa y la presencia
militar norteamericana incorporará a la vida nacional,
a partir del próximo año; razón por la cual
la colectividad respalda las peticiones que los representantes
de las inmobiliarias y constructoras formulan.
Una legisladora saludable a la vida laboral; de beneficio
para el esfuerzo empresarial y técnico, y favorecedora
de los servicios bancarios y legales, merece mantenerse; renovarse
con prontitud, de manera que los actuales efectos desalentadores
de su cancelación, sean superados.
Opiniones transaccionistas, con serenidad y ecuanimidad de
propósitos, sugieren buscar un punto medio, una solución
de equilibrio que satisfaga a los peticionarios inmobiliarios,
y a la posición gubernamental, que podría establecerse
en incentivar viviendas de hasta cincuenta mil balboas; solución
que mantiene las previsiones favorables a los de menor ingreso
y eleva las solicitudes de las familias de ingreso medio: Tal
vez esta fórmula tenga éxito.
PUNTO CRITICO |
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