ENTRE HOY Y EL JUEVES
Lágrimas
y luto
Bogotá
AFP
En medio de
un publicitado acto, al que asistirán delegados internacionales,
gubernamentales, de la Iglesia Católica, dirigentes políticos
y periodistas, la guerrilla colombiana del Ejército de
Liberación Nacional (ELN, guevarista), liberará
entre el sábado y jueves próximos a un primer grupo
de los más de 70 civiles que tiene secuestrados. A través
de sus delegados, el gobierno del presidente Andrés Pastrana,
que había tildado al ELN de "grupo terrorista"
por los secuestros de los pasajeros de un avión comercial
y de un grupo de feligreses, suscribió el jueves con los
insurgentes un acuerdo para la liberación de un primer
grupo de rehenes.
El compromiso fue alcanzado tras ocho horas de conversaciones
en la cárcel de alta seguridad de la población
de Itagüí, departamento de Antioquía, entre
el consejero presidencial para asuntos políticos, Juan
Gabriel Uribe y el arzobispo de la ciudad de Bucaramanga (este),
monseñor Víctor López, con los encarcelados
voceros oficiales del ELN, los jefes guerrilleros Francisco Galán
y Felipe Torres.
El acuerdo, leído a los periodistas en el Palacio Presidencial
por el consejero Uribe, anuncia que "el Comando Central
del ELN ha informado que está dispuesto a liberar entre
los días 12 y 17 de este mes, a dos grupos de retenidos",
del avión y de un templo católico de la ciudad
de Cali (sudoeste).
El documento señala que previamente será anunciado
el día y el lugar de la primera liberación de cautivos,
que "se hará en presencia de medios de prensa nacional
e internacional, para lo cual se organizará una sala de
prensa".
La estrategia anunciada por el ELN para empezar a liberar a los
rehenes parece calcada de la que en junio de 1997 empleó
la principal guerrilla del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC, marxista), para liberar a 70 uniformados que
mantuvo secuestrados por nueve meses. En esa ocasión las
FARC exigieron la desmilitarización de una zona del país
y convocaron a 13 "testigos" internacionales y a la
prensa nacional y extranjera, para que -según dijeron-
la opinión internacional conociera la gravedad de la guerra
que vive Colombia.
El ELN, la segunda guerrilla del país, ha admitido que
perpetró los masivos secuestros para presionar al presidente
Pastrana a que emprenda con ellos un proceso de paz, al igual
que lo está haciendo con las FARC.
Pese a la enérgica reacción inicial del mandatario
contra el ELN, la semana pasada cambió su posición
y se comprometió a que una vez que liberen a "todos"
los secuestrados civiles, iniciará con ellos un diálogo
"sin condiciones".
El 12 de abril pasado un comando armado de cinco guerrilleros
del ELN desvió en pleno vuelo un avión de la compañía
nacional Avianca, que cumplía un itinerario doméstico
entre la ciudad de Bucaramanga y Bogotá, la capital colombiana.
Tras hacer aterrizar el Fokker-50 en una abandonada pista
clandestina del sur del departamento de Bolívar (costa
norte), los guerrilleros se llevaron a los 41 ocupantes del aparato.
En las dos semanas siguientes, "por razones humanitarias",
dejaron en libertad a 16 de ellos. De los restantes 25 rehenes,
el pasado miércoles murió en cautiverio uno de
ellos, el ingeniero colombiano Carlos González, al parecer
por una falla cardíaca.
Según el ejército, estos rehenes son mantenidos
en una apartada zona rural del sur de Bolívar.
El otro secuestro masivo perpetrado por esta agrupación
rebelde ocurrió el 30 de mayo pasado, cuando una treintena
de guerrilleros armados irrumpió en plena misa en una
iglesia de un exclusivo sector de las afueras del sur de la ciudad
de Cali, capital del departamento del Valle.
Del templo se llevaron inicialmente a unas 150 personas, pero
la persecución del ejército los obligó a
dejar por el camino a 84.
Un grupo de cinco feligreses que presentaban quebrantos de
salud, fueron entregados el pasado sábado al Comité
Internacional de la Cruz Roja (CIRC). Se presume que en poder
del ELN continúan algo más de medio centenar de
rehenes.
Respecto a nueve personas que fueron secuestradas el domingo
último en cercanías del caribeño puerto
de Barranquilla (norte), cuando realizaban faenas de pesca deportiva,
el documento suscrito entre el ELN y el gobierno no los menciona.
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