El entrenador de los Magic de Orlando, Stan Van Gundy, reconoció que se "equivocó" en la estrategia que diseñó para marcar a Derek Fisher, el verdugo de Los �ngeles Lakers, que les "robó" el triunfo el jueves en el cuarto partido de las Finales de la NBA con dos triples "milagrosos", pero fáciles.
"Lamento no haber establecido que se le hiciese falta personal antes de que tirase a canasta", declaró Van Gundy. "Lo marcamos como si fuese a hacer una penetración y eso no tiene sentido".
Van Gundy dijo que la derrota por 91-99, en tiempo de prórroga, era un "duro golpe" para su equipo.