El veterano base Derek Fisher volvió a justificar su continuidad como titular de Los �ngeles Lakers con dos triples "milagrosos" que permitieron a su equipo ganar el jueves por 91-99, en tiempo de prórroga, el cuarto partido de las Finales de la NBA frente a los Magic de Orlando.
Fisher, de 34 años, que había fallado los primeros cinco tiros que había hecho en el partido, surgió con los dos que cambiaron la historia del juego: el primero para forzar la prórroga y el segundo para abrir el camino del triunfo.
"Lo único que me importa es ayudar al equipo y creo que siempre lo hecho en los momentos decisivos con este tipo de tiros", comentó Fisher.
"Aunque reconozco que Nelson (Jameer) me dejó mucho espacio en el primer triple del tiempo reglamentario, tenía confianza que podría entrar el balón", afirmó.
En el segundo, Fisher no quiso comentar de la acción del codazo que el escolta Kobe Bryant le dio a Nelson para tirarlo al suelo y dejarlo a él sólo, pero sí destacó que "también estaba seguro que iba a ser canasta".
Fisher, que pasará a la historia con los Lakers por los triples milagrosos en la competición de la fase final, dijo que todos dentro del equipo le habían dado la confianza.
"Desde el entrenador Jackson (Phil), al que consideró el mejor del mundo, como el resto del cuerpo técnico y a mis compañeros les debía esta actuación por toda la confianza que pusieron en mí", destacó Fisher. "Hemos logrado no sólo el triunfo, sino también recuperado la moral para acercarnos al título", expresó.
Por su parte, el español Pau Gasol, quien fue el otro héroe del partido, logró un doble-doble de 16 puntos (7-14 y 2-4), con 10 rebotes, una asistencia y una recuperación de balón.
En tanto, Kobe Bryant, con 32 puntos, ocho asistencias y siete rebotes, lideró el ataque de los Lakers.