Una mujer que iba a visitar a un interno en el Centro de Rehabilitación Nueva Esperanza, en Colón, quedó detenida allí mismo, pero en la sección femenina, porque trató de introducir droga.
Según los funcionarios del penal, la mujer de 21 años trasladaba drogas en sus partes genitales. Sin embargo, en la revisión se detectaron los envoltorios y pasó de ser una visita, a otra interna.
Esto preocupa a otros familiares de presos, que indican que esas acciones perjudican a todos por la desconfianza que después toman las autoridades.