El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció ayer una "histórica" reforma de las Fuerzas Armadas, con una reducción "sustancial" de efectivos y la prioridad a la información, para adaptar la defensa y seguridad nacional a la "incertidumbre estratégica" nacida de la globalización y las nuevas amenazas.
Amenazas como un "ataque terrorista", que es "una amenaza inmediata" y "puede cobrar mañana una forma nueva, aún más grave, con medios radiológicos, químicos y biológicos", la proliferación de misiles balísticos cuyo alcance se alarga y que pueden alcanzar a Europa, o ataques informáticos, dijo el jefe de Estado.
La reorganización prevé la fuerte reducción de efectivos de las Fuerzas Armadas para dejarlas en 225,000 personas en seis o siete años, la modernización del equipamiento, el reforzamiento de las capacidades de inteligencia, que se convierten en una "prioridad estratégica", y la reorientación geográfica de bases en el exterior.