El exjefe de Balística de la Policía Técnica Judicial, Luis Alberto Ramírez, confesó haber sustraído armas del depósito de la PTJ, para venderlas en la suma de B/.15 mil, a un narcotraficante colombiano identificado como Humberto Caña.
Al mismo tiempo, el fiscal auxiliar Luis Martínez, no descartó la posibilidad que existan más agentes de la PTJ implicados en la red dedicada a la venta de armas a narcotraficantes y pandilleros.
El agente de instrucción indicó haber formulado cargos contra otras personas que han vertido contradicciones durante sus testimonios dentro de este escándalo sobre la venta ilícita de armas a delincuentes comunes y a miembros de organizaciones dedicadas al narcotráfico.
Ramírez alega que era la primera vez que sustraía armas de la institución, no obstante, se investiga si pudo haberle vendido armas a pandillas "El Pentágono", "Los Niños de la Tumba Fría" y "Los Toca y Muere".
Según los testimonios de Ramírez, otro inspector de la PTJ fue el contacto entre él y el narcotraficante Caña, así como admitió que las armas encontradas en la residencia de su esposa fueron sustraídas de la institución.
Además de Ramírez, por este escándalo se encuentran detenidos su esposa Edy Cruz, la colombiana Nelly Benítez y dos sobrinos del ex jefe de Balística.
"En la investigación se logró comprobar que para sustraer las armas cortaron la cerca perimetral de la PTJ, con una escalera llegaron al techo de la PTJ, levantaron una hoja de zinc y lograron sustraer las armas".
Aparte de las armas encontradas en una casa en San Isidro, se practicó un segundo allanamiento en otra residencia en la avenida Ancón.
En el primer allanamiento en San Isidro se encontraron cuatro escopetas, cuatro fusiles AK-47, ocho pistolas y nueve revólveres.
En el segundo allanamiento practicado en una casa ubicada en avenida Ancón se halló un fusil T-65, un revólver, piezas de armas y municiones enviadas para peritajes.