La estudiante tenía un tatuaje de una mariposa en su espalda."Caramba, otra que cae en la moda de los tatuajes", pensé.Es una alumna muy seria y responsable, y por eso me asombró su tatuaje.Como soy curioso por naturaleza (por eso soy periodista), decidí preguntarle sobre su tatuaje.
"No, profesor, no es un tatuaje permanente, sino algo que sale en varios días", me dijo reída.
Me explicó que había participado en la campaña que organiza el Parque Summit a favor de los animales. Están vendiendo en un balboa tatuajes de animales para conseguir fondos para el Parque.
Horas más tarde leí la noticia y sonreí por mi ignorancia.
Luego medité sobre las pocas acciones que se hacen para proteger los animales en Panamá. Pero debo decir que ahora hay más de estas actividades que antes.
También pensé que todavía en Panamá se pueden ver animales silvestres en ciertos lugares. Es como tener un zoológico "abierto" al público.
En El Valle de Antón hay variedad de animales circulando por sus calles y terrenos.
Monos perezosos, armadillos, iguanas, zorras, conejos pintados, ratas, ardillas, palomas "paisanas" y una que otra culebra hacen del lugar un zoológico para todo el público.
Añada variedad de aves, algunas que vienen emigrando de otros países, para que el panorama sea atractivo a los que quieren a los animales.
En las "áreas revertidas", los norteamericanos permitieron este fenómeno. Todavía se pueden ver diversos animales "de montaña" caminando por los jardines. Esto puede desaparecer si se construyen sin control rascacielos.
Hay que felicitar a los idealistas panameños que se preocupan por la supervivencia de los animales.
Recuerdo cómo el gobierno anterior quiso destruir muchos de ellos, con la fallida carretera en el Sendero Los Quetzales, en tierras altas de Chiriquí.
Incluso, el último circo que estuvo en la capital no trajo los elefantes, leonas ni otros animales exóticos. Parece que no los atendían bien y por eso tenían problemas con los defensores de ellos.
Se debe respaldar cualquier iniciativa que se haga para mejorar la protección de animales. Así que deben adquirir los tatuajes "de mentira" que vende el Parque Summit.
Ojalá aumenten los defensores de los animales, porque como dicen en Burunga, "quien quiere a un animal, también amará a un ser humano".
