División de la UE para aceptar
a Cuba como un observador
Bruselas
AFP
Los ministros de asuntos exteriores
de los Quince están divididos ante su próxima reunión
el lunes en Luxemburgo, en torno a si aceptan o no a Cuba como país
observador en la renegociación de la Convención de Lomé,
que ofrece relaciones privilegiadas a los países de Africa, Caribe
y Pacífico.
La candidatura de Cuba es defendida por España, cuyas relaciones
con su antigua colonia superaron el enfriamiento registrado en 1996 luego
del rechazo cubano del primer embajador designado por el gobierno conservador
español en La Habana.
Madrid impulsó entonces una Posición Común de los
Quince, más crítica con Cuba y aún en vigor, pero que
no le impide hoy, en pro de la democratización de Cuba, pedir el
acercamiento de ese país a la comunidad internacional y como primer
paso, invitarle como observador del grupo de países ACP.
"España siempre ha apoyado la petición de Cuba de
que se le conceda un papel de observador... es positivo para Cuba y para
la propia Unión Europea y coherente con la Posición Común
de permitir una mayor inserción de Cuba en la comunidad internacional",
declaró recientemente el ministro español de Exteriores, Abel
Matutes.
Los ministros de la UE se reunirán en Luxemburgo para, entre otros
asuntos, aprobar las directivas de negociación para la renovación
de la Convención de Lomé IV, que expira en el año 2000.
Estas negociaciones comenzarán el próximo 30 de septiembre
y España considera que la invitación a Cuba "forma parte
ineludible del mandato de negociaciones" que debe ser adoptado por
unanimidad, dijeron fuentes diplomáticas.
Cuba estuvo presente ya en el foro UE-ACP con ocasión de la última
reunión ministerial celebrada en Barbados, el pasado mes de mayo,
y considera por ello haber recibido la "aprobación" de
los 71 países de la Convención de Lomé.
Sim embargo, entre los quince países de la UE, Alemania mantiene
una reserva sobre la oportunidad de tomar la decisión en estos momentos.
En la pasada reunión, celebrada por los responsables de la diplomacia
de la UE el 8 de junio, Alemania argumentó que se encuentra aún
fresca la firma de la paz entre Estados Unidos y la UE en el conflicto planteado
por la ley norteamericana Helms-Burton, y expresó el temor de que
ese paso en dirección a Cuba pueda dificultar la aceptación
del acuerdo por parte del Congreso norteamericano.
Fuentes diplomáticas que explicaron la postura alemana dijeron
que no hay prisa para tomar una decisión, y antes debe establecerse
un diálogo en materia de derechos humanos, cuyo resultado debe ser
valorado previamente.
Este diálogo aún no institucional, dará un paso
significativo la semana próxima con la comparecencia por primera
vez ante el Parlamento Europeo del ministro de Relaciones Exteriores cubano,
Roberto Robaina, por invitación de su Delegación para América
Central, México y Cuba.
En la evaluación que se realizó el 8 de junio sobre la
situación en Cuba, los ministros de asuntos exteriores de la UE constataron
"avances positivos, incluida la liberación de presos políticos"
en la isla, pero consideraron aún difícil de juzgar si estos
cambios reflejan un cambio permanente y fundamental de la política
del gobierno cubano.
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