EDITORIAL
El endeble enjuiciamiento de Castrillón Henao
Ayer se conmemoró
el Día Internacional contra el Abuso y Tráfico de Drogas,
establecido por Naciones Unidas; en el evento las autoridades responsables
de perseguir el maligno delito hicieron públicas manifestaciones
ratificadoras de la decidida voluntad y propósito de lucha para acabar
esos reatos y sus consecuencias degradadoras.
Junto a la proclama comprometedora con las tareas erradicadoras del crimen
drogómano en Panamá, tarea ardua que debe redundar en la consolidación
de una sociedad más sana, libre de drogas, como reza la comunicación,
se hizo del conocimiento ciudadano la decisión contenida en el Auto
de Enjuiciamiento proferido por la Juez del conocimiento, en el proceso
contra José Castrillón Henao, y diecisiete personas, cuyos
extremos llama la atención, invitando al cuestionamiento.
La opinión pública panameña estuvo sometida durante
años a manifestaciones del Ministerio Público de las instancias
de lucha contra las drogas, que perfilaron al procesado Henao como elemento
de cúspide, de mando decisorio e innegable importancia en el tráfico
de narcóticos hacia países hermanos, a través de la
red que se había desmantelado.
Sin embargo, la lectura del decisorio que abre causa criminal contra
estas personas limita los crímenes de drogas al territorio nacional,
con prescindencia de los quehaceres del comercio internacional, que resultan
excluidos.
De igual manera los medios de comunicación reprodujeron fotografías
de los pasaportes e identificaciones falseadas que ampararon las gestiones
bancarias y de traslado del encausado Henao, forjando en la opinión
popular la creencia en una organización delictiva, capaz de documentar
en distintas nacionalidades las identidades de sus integrantes; reato que
ahora resulta excluido del llamamiento al no existir tal delito de falsedad.
El lavado de dinero malhabido, procedente de gestiones narcómanas,
que se voceara no resulta reconocido en el auto encausador, con lo cual,
el ciudadano común, a quien se condicionó con las declaraciones
acusatorias sobre la red desmantelada, se resiente y presenta el sabor amargo
del engaño y la ineptitud.
El decisorio sobresee, asímismo, provisionalmente dieciseis personas,
y otra definitivamente, en el delito contra la salud en Panamá; situación
que adiciona inquietudes al lector ciudadano, quien con suspicacia presiente
incapacidades académicas, desconocimientos procesales, arrogancias
funcionarias, que desinflan las estimas y aprecios alcanzados en el seno
popular.
Los costos elevados de tramitar estos expedientes y realizar los actos
preliminares con despliegues de vigilantes y custodios, pesan sobre el común,
sin obtener resultados certeros, plausibles, de acciones sancionadoras y
por lo contrario, se vislumbran las exoneraciones cercanas de quienes no
debieron sufrir tales trámites judiciales.
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AYER GRAFICO |
El campeón Wilfredo Gómez ingresa al concierto de las Estrellas
de Fania. |
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