Primero fui camionero, luego tendero y ahora soy vaquero, pero de los buenos, me dijo reído José Pensador Greco, desde El Valle de Antón. Lo llamé por teléfono para conocer datos sobre su actividad de escritor. El día anterior recibí en el periódico su libro "Los Guayacanes de Capira y Bajo el Cielo de San José".
Son dos novelas cortas, sin pretensiones literarias, con muchos detalles sobre regiones de la Vía Interamericana que conozco.
Me dijo que "ahora a los setenta y siete años las escribí". Esto me sorprendió de manera positiva.
Porque no son muchos los panameños que a esa edad emprenden la aventura de escribir, y sobre todo... �publicar!
Me leí en una tarde y noche las novelas. Según dice el libro Pensador es una persona de "corazón lleno de buenos sentimientos, marcado por una vida de esfuerzo y sacrificio". Lo felicitamos.
Otra lectura que llamó mi atención fue la de la revista "Análisis", nada menos que de la Fundación Omar Torrijos.
Su tema central es el "consenso" que debe darse en el país respecto al Canal.
Me llamó la atención que publicaran un artículo de doña Rosario Arias de Galindo, presidente vitalicia de la editora Panamá América.
Como suele suceder, doña rosario habló en forma directa y sin tapujos. Dijo que "aquí tuvimos veintiún años de dictadura... y no es posible seguir como si no hubiera pasado nada".
Explicó que no se trata de venganza, "pero sí de la salud que implica la justicia. Yo siento que hay quienes habiendo burlado la Constitución al apoyar una dictadura militar, insisten en presentar como correcta sus acciones..."
Esas palabras de Doña Rosario son sabias. Es cierto que estamos en Democracia, pero como he dicho muchas veces, "está prohibido olvidar" los crímenes de la dictadura militar.
Si no van a la cárcel los que torturaron, mataron y desaparecieron a panameños democráticos, nunca se cerrarán las heridas.
Finalmente recibí el ensayo "Boquete, Valle del Eterno Arcoiris", de la licenciada Milagros Sánchez Pinzón.
Leí interesantes datos históricos de Boquete, así como estadísticas y vi fotos de este paradisíaco lugar.
Milagros advierte que "el boqueteño tradicional trata de adaptarse a una situación amorfa, en la que aceleradamente va perdiendo protagonismo".
�Que no se alelen los boqueteños, o los extranjeros se quedan con su hermoso poblado!
