El proyecto de ley de reforma migratoria sufrió un jaque mate en el Senado, donde por segunda vez en un mes los legisladores rechazaron limitar el debate y proceder a su votación definitiva.
Con un resultado final de 46 votos a favor y 53 en contra de limitar el debate a 30 horas, la iniciativa se quedó muy lejos -14 escaños- de lograr los 60 sufragios necesarios para superar este obstáculo.
Entre los opositores a la propuesta de reforma hubo tanto republicanos, 37, como demócratas, 15.
El proyecto, que contaba con el apoyo del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, queda sin más posibilidades de salir adelante, ya que el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, dijo que retiraría la iniciativa si no lograba los votos necesarios.
Esta es la segunda ocasión en la que el pleno del Senado vota en contra de limitar el debate sobre esta reforma, dado que hace tan sólo 20 días, el 7 de junio, ya sufrió el mismo revés, entonces por 45 votos a favor y 50 en contra.
Después de la votación, Bush reaccionó inmediatamente, al considerar una "decepción" el resultado.
LATINOS DISCRIMINADOS
De haber salido adelante, la iniciativa hubiera establecido un nuevo marco legal para los más de 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven actualmente en el país.
Además, hubiera reforzado la seguridad fronteriza con $4,400 millones adicionales, establecido un programa de trabajadores temporales.