El presidente colombiano, Alvaro Uribe, acusó a las FARC por el asesinato de once de los doce diputados regionales que esa guerrilla tenía secuestrados desde 2002 en el suroeste del país.
El gobernante advirtió de que ha sido la misma "organización criminal" la que informado de la muerte de estos políticos.
Uribe afirmó que el pasado 18 de junio, y los días previos, cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dicen que fueron atacados y murieron bajo "fuego cruzado" los once diputados departamentales del Valle del Cauca, no hubo combates, ni en ese departamento ni en el vecino del Cauca.
La portavoz de los familiares de esos doce legisladores, Fabiola Perdomo, esposa de Juan Carlos Narváez, en el momento del secuestro, el 11 de abril de 2002, en Cali, capital de ese departamento, pidió al mando de esa guerrilla que esclarezca la suerte de los políticos.
"Esperamos que el Secretariado (mando central) de las FARC se pronuncie y nos de claridad sobre lo que está ocurriendo", dijo.
Los diputados fueron integrados al grupo de 56 rehenes, que esta guerrilla pretende canjear por más de medio millar de rebeldes presos y entre los cuales está la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.