La representante de Comercio Exterior, Susan Schwab, y el ministro panameño de Comercio, Alejandro Ferrer, firmaron el acuerdo durante una ceremonia en la Organización de Estados Americanos (OEA), en el mismo Salón de las Américas donde el 7 de septiembre de 1997 EEUU y Panamá firmaron los Tratados Torrijos-Carter.
Schwab dijo que el TLC supone un "nuevo capítulo" en la relación bilateral y refleja el deseo de EEUU y Panamá de fomentar el desarrollo, la apertura de mercados y empleos.
Por su parte, Alejandro Ferrer manifestó que con el acuerdo "se refuerza la visión compartida de ambos países de que el comercio puede convertirse en el mayor instrumento del crecimiento económico y social".
Al aludir a los detractores de la liberalización comercial, Ferrer observó que "ciertamente, posturas populistas que atacan la integración hacen buenos discursos, pero la práctica demuestra que nada hacen por lo que más se necesita".
Al entrar en vigencia, más del 88% de las exportaciones de productos industriales y de consumo de Estados Unidos a Panamá se liberarán de gravámenes. En los siguientes cinco años se desgravará otro 4% y el resto en 10 años.
Mientras, el presidente Martín Torrijos dijo que convocará a la Asamblea a sesiones extraordinarias para la ratificación del TLC
Calman Cohen, presidente del Comité de Emergencia para el Comercio Estadounidense, un grupo de gestión de influencias, dijo que el Congreso de Washington debería aprobar el tratado con Panamá "lo antes posible" ante la la ampliación del canal.
Para Torrijos, el TLC, la ampliación del Canal y el posicionamiento de Panamá a nivel internacional, abre perspectivas para la generación de empleos e inversiones, como nunca antes se había visto en la historia del país.
PROTESTAS DE FRENADESO
Miembros de FRENADESO se manifestaron ayer frente a la sede del Ministerio de Comercio contra la firma del TLC. Paralelamente se realizaron actos similares en diversas provincias.