Frustración. Cuando te preparas para alcanzar un objetivo. Cuando tomas todos los recaudos y al final de cuentas te estrellas contra la dura realidad que te dice: "Que va, no eres lo suficientemente bueno para alcanzar lo que pretendes." Que va ni de aquí a 4 años más, dentro de 8 quizás.
Chile y Bielsa chocan contra la cruel realidad de la efectividad del fútbol de Brasil. Brasil 3 Chile 0. Para Bielsa, que no sé que pensó, la realidad es que no basta el trabajo, las estrategias, la disciplina, tienes que tener el factor de la calidad de los jugadores y Chile no lo tiene.
Aguirre trató. Se empeñó, pero que va se encontró con una Argentina que sin jugar bien le ganó 3x1.
Brasil ganó con autoridad. Confiado de su potencia. Esperando su momento. Aguantando y con la máxima de si no me lastimas, yo si te lastimo.
Juan abrió la puerta con un cabezazo. Solo eso necesitó Brasil, para que Chile atacara y se descuidara. Un contragolpe, con un gran toque de Kaká, puso el segundo. Ya el tercero fue de paciencia y carpintería.
Brasil ahora sí convence más. Dunga celebra, no se inmuta de las críticas y parece que acalla las voces de la prensa, sobre todo la brasileña. Aunque dice mi compadre Beto Longo, que Brasil pierde muchas pelotas en la mitad de cancha y eso puede ser peligroso en los cuartos de final cuando se enfrente a equipos más pesados que tenga jugadores que sepan jugar en los tres cuartos de cancha. Donde juegan los que saben... allá frente al marco contrario.
Argentina contra Alemania, Holanda contra Brasil. Cuatro grandes. Uruguay y Ghana como las sorpresas. No espacio para advenedizos. Quién sabe si Paraguay o España o Portugal completen las ocho plaza y los emparejamientos. Esto es el Mundial. Se vislumbran los cuartos, con fútbol de categoría Mundial.