Paraguay y Japón cruzan hoy sus intenciones competitivas en el inicio de la segunda fase de Sudáfrica 2010 con un reto compartido: alcanzar por primera vez en sus respectivas historias el pase a los cuartos de final de un Mundial.
El conjunto guaraní, cargado de la confianza que le proporcionó la primera fase, que terminó como dominadora de su grupo, por encima de la última campeona, Italia, y sin conocer la derrota, afronta de la mano del preparador argentino Gerardo Martino su cuarta presencia en los octavos, que anteriormente nunca ha pasado.
Primero fue en México 1986. Después lo intentó en Estados Unidos 1998 y en Corea y Japón 2002. Pero siempre cayó en el intento.
Sudáfrica parece una ocasión propicia. Martino ha cambiado la filosofía del cuadro guaraní. Su apuesta es más ofensiva, menos conservadora y los resultados le han dado la razón hasta ahora.
Además, el seleccionador de Paraguay tiene a todo su arsenal dispuesto por la empresa. Excepto el centrocampista Víctor Cáceres, que debe cumplir ante el conjunto nipón el partido de suspensión por la acumulación de tarjetas. La segunda la vio ante Nueva Zelanda.
La puesta en escena del volante Néstor Ortigoza en su lugar parece la opción natural. Aunque Martino ha manejado otras posibilidades en función del sistema que empleará el equipo.
El preparador cuenta con el resto del plantel. El lesionado Jonathan Santana, que se produjo una contractura muscular en el partido contra Italia, ya está a punto después de dos semanas de baja. También el central Antolín Alcaraz, base en el centro de la zaga y autor del primer gol en Sudáfrica, que padeció un esguince de tobillo en el choque contra Eslovaquia y se perdió el último de la primera fase.