Dada la crisis que nos presenta el sistema educativo en Panamá, un artículo leído recientemente y referido específicamente a la educación cooperativa, nos pareció conveniente darlo a conocer a nuestros lectores. Se refiere el artículo a la educación cooperativa en la República Argentina y dice así:
"El principio de la educación y capacitación cooperativa fue dado en llamar "la regla de oro del cooperativismo".
Desde los mismos inicios del movimiento cooperativo se advirtió la importancia, la trascendencia y condicionamiento del papel que la educación representa en la expansión de este fenómeno social y económico de la cooperación , incorporándole la ACI como principio cooperativo básico y formal a partir del año 1937.
Si la civilización occidental está en un estado de permanente crisis, no es nada antojadizo sugerir que podría haber algo equivocado en su educación.
Ninguna civilización ha dedicado más energías y más recursos para la educación organizada y aunque no creyéramos absolutamente en nada, agnósticos, escépticos e inmanentes, sí creemos que la educación es, o debiera ser, la llave de todas las cosas.
En realidad, la fe en la educación es tan fuerte que la consideramos como la destinataria residual de todos nuestros problemas.
Si la era nuclear acarrea nuevos peligros, si el deterioro ambiental ya resulta una amenaza, si el avance de la ingeniería genética abre sus puertas a nuevos abusos, si el consumismo trae consigo nuevas tentaciones con envoltorios de necesidad, la respuesta debe ser más y mejor educación.
Decir que debemos educarnos o de lo contrario observar un declive pronunciado en nuestras vidas, en nuestras cooperativas, estará más cerca de lo correcto."
Hasta aquí lo referente a la educación, pero, señalando el por qué el surgimiento del cooperativismo y lo que debe ser para todos los que anhelamos una mejor calidad de vida, su práctica, leemos lo siguiente:
"Es sintomático pero no casual el hecho de que las primeras cooperativas surgieron en tiempos de miseria, en tiempos de guerra, aspectos que no debemos olvidar sino destacar que los tiempos difíciles resultan verdaderas "ventanas de oportunidad" para el cooperativismo.
La falta de trabajo, la subida de precios y tarifas de productos, bienes y servicios indispensables para satisfacer necesidades físicas básicas (alimentos, transporte, electricidad, etc. mencionados por nosotros como algunas de nuestras necesidades) están motorizando necesariamente, prácticas cooperativas o actitudes semejantes que seguramente se irán cristalizando en nuevas cooperativas, mutuales y asociaciones civiles".