Carlos Bayo, Luis Martin, Rigoberto Nieto y Carlos Palm se salvaron de morir ahogados al aferrarse a un "cooler" o hielera, por casi 10 horas. El pequeño bote que utilizaban para la pesca, se hundió, en un área distante a 45 minutos del puerto de Pedregal, en Chiriquí.
Los náufragos presentaban quemaduras en su piel a causa del sol.