EDITORIAL
El INAFORP
Un ejemplo práctico de la calidad de los egresados del INAFORP lo representan el 80% de los empleados del hotel Decamerón, que fueron capacitados en esa entidad. Ahora mismo se desarrolla el curso náutico-pesquero para formar marinos en cumplimiento de las normas de calidad necesarias para certificar a trabajadores del mar. Además existen proyectos para cursos en materia de informática y otros de gran impacto en el mundo de las telecomunicaciones.
INAFORP imparte también cursos en las áreas agropecuaria, artesanías, confección textil e industrial, construcción civil, carpintería, mecánica automotriz, soldadura, mecánica de maquinaria agrícola, electricidad, electrónica, refrigeración, cómputo, modistería, belleza, cerámica, cocina, pastelería, repostería, restaurante, salonero y bartender, manualidades, plomería, chapistería y pintura.
Este tipo de iniciativas son las que deben recibir el apoyo del gobierno y la empresa privada, para lograr una mano de obra productiva y capacitada. Cuando a diario observamos a grupos de desempleados colonenses reclamando becas laborales al gobierno, una mejor alternativa sería que se inscribieran en algunos de los cursos gratuitos que desarrolla el INAFORP, para que el cabo de algunos meses aprendan un oficio, que luego les permitirá conseguir un empleo decoroso.
En este mundo competitivo y frente a la apertura de mercado que avanza a pasos agigantados, hay que estar capacitados para poder sobrevivir, de lo contrario los jóvenes que hoy pierden el tiempo en las esquinas de los barrios de la capital y el interior, pasarán a formar parte del ejército de desempleados de mi Panamá.
PUNTO CRITICO |
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