TEMAS DE ACTUALIDAD
"Respeto
al médico panameño"
Dr. Ramón de Aguilar
psiquiatra
y psicólogo
En un acertado
artículo donde reconoce "el alto grado de profesionalismo
alcanzado por los médicos panameños... demostrando
a diario capacidad, entrega, humanismo y sobre todo, un gran
dominio de la tecnología moderna", el Lic. Valdés
(26/9/99), se lamenta de que los panameños vayan al extranjero
a practicarse operaciones que pudieran realizar nuestros médicos
con la misma eficacia.
Lamentablemente el respeto al médico panameño
no termina en este pequeño problema de desconfianza en
su idoneidad. El médico panameño tiene cada día
más problemas, que hacen de su ejercicio profesional una
fuente de angustia permanente. Es un profesional que no cobra
"horas extraordinarias", ni "turnos"; que
permanece encorvado en un quirófano hora tras hora sin
medir tiempo; que carga con la responsabilidad de la ineficacia
de terceros; que su profesión es altamente angustiante
"per se" y nunca pidió una merecida jubilación
anticipada; que su trabajo mental comienza cuando cesa el ocupacional,
porque no puede tomarse el lujo de quedar rezagado en los nuevos
avances de su profesión; etc. Sin embargo, su respeto
decrece día a día.
En David, y me figuro que en la capital ocurre igual, comprobamos
una verdadera "cacería" de médicos por
un grupo de abogados sin clientela. Estos profesionales, con
el consiguiente demérito para sus colegas, recorren las
clínicas y hospitales alentando pacientes a demandar a
sus médicos si los convencen de no estar contentos con
sus servicios.
Lamentablemente los pacientes no perciben, al margen de la
profesionalidad discutible que posea quien vive de acosar a otro
profesional, que hacerle perder la confianza en su médico
es, nada menos que derrumbar la Medicina y minimizar su capacidad
de curación. Disminuir la confianza en el médico
es minar la eficiencia de la terapia. En efecto, la curación
precisa siempre un alto porcentaje de fe en el médico
que lo atiende, si el paciente la pierde, su recuperación
se entorpecerá y hasta podrá no sobrevenir.
Pero es más, esta confianza es recíproca y transmisible.
Se ha demostrado científicamente que en la relación
médico-paciente, la confianza de este último en
su curación está influenciada por la que el médico
tenga en sí mismo. Si el médico tiene fe en su
capacidad, preparación y el tratamiento que está
aplicando, el paciente curará con mucha más facilidad
que en caso contrario. Un médico inseguro es un malísimo
terapeuta. Así pues, hay una relación directa entre
la seguridad del médico y el éxito de la terapia.
Si están creando médicos inseguros, que laboran
angustiados por lo que les pueda suceder por el acoso de otros
profesionales que, como cazadores furtivos, se introducen en
su quehacer terapéutico, quien perderá siempre
será el paciente y la calidad de la medicina. El médico
será sólo el sujeto para expoliar. Conozco un colega
que deberá estar trabajando cuatro "reencarnaciones"
para pagar lo estipulado por un tribunal de "justicia".
Pero no termina ahí el "irrespeto" a los
médicos, hay mucho más. Recientemente se ha puesto
de moda eludir, pagar sus honorarios amenazándoles con
"acudir a la prensa" y difamarles, si se empeñan
en cobrar. Este tipo de proceder lo conozco, por referencias,
y porque lo estoy sufriendo. Una paciente, atendida por recomendación
pues ya no ejerzo, que me debe dos peritaciones médico-legales
desde hace cuatro meses, al recibir la segunda solicitud de pago,
expresó que a la tercera acudiría a los periódicos.
¿A decir qué? no lo sé. Pero el segundo
mensajero me lo aclaró: "Lo que diga no importa,
porque ella no pierde nada, pero Ud. sí pierde su prestigio;
así que olvide la deuda; es su palabra contra la de ella".
¡Y estoy a punto de cumplir 75 años de edad, y 45
de profesión! Es duro de entender; y mucho menos de aceptar
y doblegarse.
Esta nueva forma de extorsión contra los médicos
es muy grave, como siga extendiéndose no habrá
quién salve ni a los médicos panameños ni
a la medicina panameña.
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