El delantero argentino Lionel Messi, considerado el mejor futbolista del mundo por la FIFA, está pasando unos días de descanso en Río de Janeiro junto a su novia, Antonella Rocuzzo, tras la eliminación del equipo de Diego Armando Maradona del Mundial de Sudáfrica.
Messi ya fue visto por los cariocas el jueves en un restaurante de carnes brasileñas y ayer en las paradisíacas playas de Grumarí, en la zona oeste de Río de Janeiro, según fotografías publicadas por el portal de noticias deportivas Globoesporte.
En las dos ocasiones el argentino apareció al lado de Rocuzzo, una morena que identifica como su novia y que conoció en la ciudad argentina de Rosario cuando aún no era famoso ni había llegado al Barcelona español.
Según los fotógrafos que sorprendieron a la pareja en Grumarí, una playa de Río de Janeiro un poco más aislada y solitaria que las famosas Copacabana e Ipanema, ambos aprovecharon tranquilamente el tímido sol de la ciudad en el invierno austral y probaron los bocadillos ofrecidos por ambulantes.
Messi, además, estampó sin protestas su autógrafo en una camiseta del Barcelona de un aficionado.
De acuerdo con la prensa local, la pareja está alojada en un elegante hotel del barrio Barra de Tijuca, en la zona oeste de Río de Janeiro y lejos de los sectores más turísticos de la ciudad como los cerros del Corcovado y del Pan de Azúcar.
El astro argentino puede permanecer en Brasil hasta el 18 de julio, cuando tiene previsto participar en un partido con fines benéficos organizado en la ciudad de Indaiatuba por Deco, el ex barcelonista brasileño nacionalizado portugués.
El partido, que recogerá fondos para campañas de beneficencia, servirá para conmemorar los dos años de creación del Instituto Deco.
