EDITORIAL
Peculados
en consulados panameños
Los cónsules
son funcionarios de recaudación y certificación
que designa el país en otra nación, para facilitar
trámites y entendimientos relacionados con comercio y
actividades civiles; en tales derroteros manejan enormes sumas
de dinero que deben remitir con periodicidad al Fisco Nacional.
Sin embargo, una tradición perniciosa, de botín
político y de acomodo destina a parientes, compadres y
copartidarios los despachos consulares de mayor importancia y
movimiento mercantil, convirtiendo los cargos en sinecuras, en
aprovechamientos que debe rendir réditos elevados, lo
cual hace a los consulados apreciados destinos burocráticos.
En Panamá es de conocimiento general que existen
puertos extranjeros donde los recaudos consulares son millonarios;
motivo que deviene en batalla palaciega tales designaciones,
a las que se adjudican adicionales beneficios y apoyos desde
los fondos estatales.
Así, en el Asia: Kobbe, Yokohama, Singapur; en Europa:
Rotterdam y Pireo; en América, Nueva York, Los Angeles,
Buenos Aires y en el Medio Oriente, Egipto y Tel Aviv, son disputados
con avidez, en el convencimiento de engrosar el patrimonio propio
con abanderamientos, certificaciones consulares, renovación
de carnet, visitas de naves y otros renglones productivos.
La realidad de las investigaciones adelantadas por auditores
de la Contraloría General de la República a los
manejos consulares panameños arroja infracciones, fraudes
y delitos, que van desde la retención indebida de sumas
recaudadas, pasando por duplicidades dolosas de formularios,
cobros indebidos por servicios no gravables, erogaciones no autorizadas,
que respaldan expedientes en trámite ante el Ministerio
Público.
Ahora, adicionando el listado que suma más de un
millón de balboas, se unen ahora las sumarias contra otros
cónsules con funciones en Argentina, Italia y Brasil,
que hoy tramitan las fiscalías superiores.
La sanción y promulgación de la legislación
que regula la carrera diplomática y consular, la pasada
semana, es un paso hacia el logro de una burocracia honesta profesional
en tales quehaceres, que erradique las prácticas glotonas
de los cónsules "de a dedo" que perfilan la
mala imagen del servicio exterior panameño cuando trafican
licores, automóviles, monedas y otras ilegalidades.
Ojalá las autoridades de Contraloría y del
Ministerio de Economía y Finanzas coordinen visitas y
auditorías de cercanas periodicidad para sanear los manejos
peculadores de algunos consulados panameños, como el
pueblo espera.
PUNTO CRITICO |
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