Los cierres de calles volvieron a darse por segundo día consecutivo provocando una serie de tranques que dejaron mal sabor.
Estudiantes de la Universidad de Panamá trancaron la vía Transístmica por más de cuatro horas; los empleados del Santo Tomás hicieron lo mismo por unos 45 minutos en horas del medio día, y los trabajadores de la construcción cerraron varias arterias viales de la ciudad capital, paralizando prácticamente el tránsito en distintos puntos.
Ayer, los universitarios volvieron a protestar contra el Tratado de Promoción Comercial (TPC) entre Panamá y Estados Unidos, contra el incremento en el precio del combustible y contra el alto costo de la vida.
Los empleados del Santo Tomás cerraron la avenida Justo Arosemena en demanda de mejores condiciones laborales y para lograr un incremento salarial.
Mientras tanto, los agremiados en el SUNTRACS se tomaron varias calles. Ellos se manifestaron en rechazo a lo que han considerado situación de peligro que viven sus compañeros en el proyecto de construcción en Isla Viveros, en el Archipiélago de las Perlas.
El jueves, obreros y estudiantes universitarios trancaron las calles por los mismos motivos. Quemaron maderas, pusieron barricadas y se pararon en medio de la carretera para impedir el paso de conductos y peatones.
Los tranques causaron, tanto el del jueves como el de ayer, viernes, incomodidades a los ciudadanos ajenos a las protestas, porque les impedían llegar a su punto de destino.
PERSISTENCIA MANIFESTACIONES DOS
Por dos días consecutivos, las calles
citadinas se tornaron intransitables.