En la actualidad las autoridades de salud desconocen la cifra exacta de la población penitenciaria que porta el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) en vista que los directores de los centros penales se han negado a que se practiquen las pruebas correspondientes y ante esta realidad recomiendan la distribución de preservativos en las cárceles.
La jefa del Programa Nacional de VIHSIDA del Ministerio de Salud (MINSA), Gladys Guerrero, dijo que hace más de dos años se prohibió practicar pruebas de VIHSIDA en las cárceles panameñas, aduciendo que con esto se violaban los derechos humanos de los internos. Sin embargo, el último informe revela que unos 55 reos tenían VIH ante una población penal que va en aumento.
La doctora adelantó que en la provincia de Herrera se realizará un estudio en el centro de rehabilitación del lugar, para lograr un diagnóstico sobre la prevalencia de esta enfermedad y la atención que recibe el reo. Se aspira poder realizar el mismo estudio en más centros penales, pero por lo pronto sólo será en Herrera.
Guerrero dijo que las cárceles panameñas atraviesan una dura realidad, por lo que se requiere que las autoridades de salud ingresen para impartir charlas e iniciar una campaña de prevención y protección mediante la distribución de preservativos.
La Ley 3 del 2000 sobre ETS, VIHSIDA dispone que los privados de libertad que padecen de esta enfermedad puedan terminar su condena en el seno familiar, cuando se declara en fase terminal.
De acuerdo a informes estadísticos del MINSA, en Panamá unas 6,198 padecen de SIDA y de este grupo han fallecido 4,608 personas.
La proyección de salud es que las cifras alcancen unos 18 mil a 22 mil casos, cuyas edades oscilan entre los 15 a 49 años de edad.
Ante estas cifras, los entendidos en el tema sostienen que el país está próximo a que el SIDA sea considerado una epidemia, ya que es la séptima causa de muerte en nuestro territorio.