Las cifras son alarmantes. Por cada 100 mil habitantes en Panamá existen unos 390 privados de libertad, lo que muestra una sobrepoblación, según la capacidad de los centros penitenciarios del 55%.
Así lo muestra un informe mundial sobre violencia y salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que pone a Panamá en primer lugar por encima de El Salvador, Costa Rica, Colombia y Guatemala.
La población promedio del Sistema Penitenciario en el año 2002 era de 4, 428 privados de libertad. En la actualidad esta población es de 11, 724 según cifras del año 2006.
Magaly Castillo, de Alianza Ciudadana Pro Justicia, destacó que comparando estas cifras de Panamá con los países centroamericanos, podemos ver que somos la nación con el más alto índice de hacinamiento.
PROPUESTAS
Castillo explica que frente a esta situación, la solución no está en aumentar las penas, como ya se hizo, porque las cárceles están sobrepobladas, y creciendo las penas, se tendrán que destinar más recursos en centros penitenciarios.
"No sé cuál va a ser la solución. Tenemos de cuatro a cinco mil presos que no caben en las cárceles panameñas y vamos a meter más. Los índices de criminalidad representan un problema muy serio que debe ser tratado con prevención y sin embargo, no vemos estos programas", agregó.
Según la representante de Alianza Ciudadana Pro Justicia, ante estos índices de criminalidad, la respuesta no puede ser represiva, sino preventiva y aquí hay que preguntarnos, �qué está haciendo el gobierno en materia de prevención?
Resaltó que urge tomar las medidas necesarias y no esperar vivir situaciones como las que ocurren en El Salvador, donde las maras están controlando al país. "No podemos quedarnos de brazos cruzados y actuar cuando estalla una crisis".
Por su parte, el sociólogo Raúl Leis coincide con Castillo en que no sólo se necesita del castigo para reducir los índices de criminalidad, sino de la prevención y la resocialización que debe acompañar la pena.
Advirtió que si los centros de retención no se convierten en escuelas de resocialización, se devolverán a la calle a gente graduada en la universidad de la delincuencia.
SITUACIONES VECINAS
El informe de la OPS indica que el aumento de los índices de criminalidad son una realidad a nivel mundial, pero en el caso de Latinoamérica la situación es más grave, porque considera a la región como una de las más violentas e inseguras del mundo después de �frica subsahariana.
El documento también destaca que dentro de Latinoamérica, la región centroamericana mantiene niveles de criminalidad más altos que el promedio de la región latinoamericana.
Luego de Panamá, que tiene la mayor cantidad de privados de libertad por cada 100 mil habitantes, le sigue El Salvador con 187, Costa Rica con 185, Colombia con 150 y Guatemala con 71.