Invadidos por maleza y herbazales; así se encuentran un aproximado de 30 lotes ubicados en las barriadas Divino Niño 1, 2 y 3; Gran David y en otras áreas denominadas como asentamientos informales localizados en el corregimiento de Pedregal.
Ante esta situación, el Ministerio de Vivienda (MIVI) inició una serie de inspecciones en estas áreas, para localizar a los propietarios de estos lotes, para que se hagan responsables de los mismos. Según informes de la entidad, muchos de estos terrenos fueron adjudicados por la institución durante el año 2000, para dar alternativas a las familias que proyectaban construir una vivienda.
Sin embargo, en las primeras inspecciones se pudo notar, que varias de las estructuras que empezaron a construirse se encuentran en estado de abandono, al parecer a estas personas no les interesa vivir allí.
Elis María Ríos, directora Regional del MIVI, informó que a través de la Resolución 256-2007 del 8 de junio, se ordena que estos lotes deben ser habitados, de lo contrario tendrán que ser readjudicados a familias que en realidad los necesiten.
Esta situación contrasta con las más de 2 mil solicitudes que en los últimos meses han llegado a la Dirección Regional de esta entidad, donde un gran número de familias de escasos recursos espera que se les otorgue un lote de terreno, para concretar el sueño de tener una vivienda propia.
"Se está procediendo a dejar los citatorios en las viviendas y haciendo una consulta con los vecinos de esos lotes; además, se está levantando un informe social que nos va a permitir sustentar las medidas que estamos tomando", sostuvo Ríos.
En tanto, Vidal Suárez, subdirector del MIVI, manifestó su preocupación, ya que estos lotes se otorgaron con el propósito de dar soluciones de vivienda y no para que se establecieran pequeñas fincas privadas. "Estamos tratando de ubicar nuevas personas que realmente necesiten el lote, para que construyan su vivienda, aunque de momento sea de emergencia", sostuvo Suárez.
Indicó que el descuido de los dueños pone en riesgo, inclusive, la salud y la seguridad de los moradores que viven cerca de estos lugares, ya que el crecimiento desmedido de los herbazales puede provocar la cría de alimañas y a su vez las estructuras abandonadas se convierten en guarida para sujetos del mal vivir, que cometen actos delictivos.
Aclaró que los materiales utilizados para la construcción de las viviendas abandonadas, no fueron proporcionados por el MIVI, "ese esfuerzo es propio de los dueños, pero no se le dio el uso correcto que se le debe dar a las cosas", expresó Suárez.
El funcionario detalló que quizás en aquel momento se adjudicaron estos terrenos con algún tipo de favoritismo; sin realmente conocer la condición social de estas familias. Por lo que ahora se ven los resultados, cuando en aquel entonces no se ejecutó un ordenamiento correcto de estas áreas.