Sábado 25 de julio de 1998

 








 

 

MENSAJE
El suicida más joven del mundo

Hermano Pablo
Costa Mesa, Califonia

A
l principio, tomó la cosa con absoluta calma. Mantuvo un rostro impasible, aunque serio. Después comenzó a comer mucho. Comía todo lo que encontraba, incluso la comida del perro. Después lo vomitaba todo.

Un día, en medio de su dolor, de su ansiedad, de su depresión, Brian Middleman, de Salhouse, Inglaterra, entró silenciosamente en el baño de sus padres. Abrió el botiquín donde su madre guardaba sus píldoras, y destapó el envase de anfetaminas. Una tras otra, comió dos puñados de las píldoras somníferas. Como resultado, murió. Es hasta ahora, el suicida más joven de la historia: tenía 6 años de edad.

Por qué se suicidó? No pudo soportar el divorcio de sus padres. "Nunca lloró", explicó el Dr. Branchley Knight, psiquiatra de niños-. Toda su pena se la guardó para sí mismo, y esa misma pena lo mató".

Dos cosas se destacan en esta triste crónica que nos viene de Inglaterra. La primera es lo que se ha dicho tantas veces: el divorcio de los padres tiene efectos devastadores en los hijos. Romper el nido familiar quizá sea un alivio para el padre y la madre que creen con eso recuperar su libertad, pero para los hijos es la ruina del alma.

Si las parejas que empiezan a hablar de divorcio pensaran en las criaturas que ellos mismos, en el momento de su mayor emoción, han engendrado, habría menos separaciones. Desgraciadamente sus propios intereses egoístas les son más importantes que el bienestar de sus bellos hijos. Si pudieran, cuando menos, posponer la decisión de separarse, el valor que tienen sus pequeños retoños quizá los haría reconsiderar sus planes y buscar la reconciliación.

La segunda cosa trata de la pena que se acumula en el corazón. Nadie puede por mucho tiempo soportar a solas su pena, no importa la edad. Ni tampoco se puede vivir largo tiempo sin llorar. Este niño guardó toda su pena para él sólo, y la carga emocional fue excesiva.

Hasta un hombre maduro, recio y fuerte necesita un amigo en quien descargar sus temores y sus penas personales. Todo ser humano normal necesita un consolador y un consejero. Para los problemas familiares, y para las penas que nos abruman, busquemos a Jesucristo. El quiere ayudarnos.

 

 

 

 

 

CULTURA
Delegación venezolana enlaza valores Bolívar en Día Nacional.

 

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