Los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la Unión Europea se comprometieron a ejercer presión sobre la ONU para que imponga sanciones a Sudán, si el gobierno de ese país no actúa con decisión para terminar con el conflicto en la región de Darfur, en el oeste del país.
Además, los ministros de Exteriores de la UE, reunidos en Bruselas para debatir la crisis, quieren persuadir tanto al gobierno sudanés como a los grupos rebeldes para que retomen las conversaciones de paz y faciliten las tareas de los trabajadores humanitarios.
�OTRA GUERRA?
Por su parte, el gobierno de Sudán ya advirtió, en particular a Estados Unidos, de los peligros de inmiscuirse en otra crisis como la de Irak.
El presidente sudanés, Omar al-Bashir, había expresado con anterioridad su voluntad de cooperar con la comunidad internacional para acabar con la crisis.
La ONU describió la situación en Darfur como la peor crisis humanitaria del mundo y advirtió de que hasta 50,000 personas podrían haber muerto ya, una cantidad mucho mayor que la que se había calculado.