El nacimiento de un ternero para un pequeño productor se traduce en una bendición, pero son muchos los peligros que se presentan al momento del alumbramiento.
Cuido y tratamiento a tiempo resolvería este problema que puede ser fatal, y a su vez perdería la oportunidad de llevarse una buena inversión.
PONGALE ATENCION AL OMBLIGO
El cordón umbilical está constituido por vasos que transportan, por la sangre, nutrientes hacia el feto y desechos a la placenta.
Durante la expulsión del ternero en el parto este cordón se rompe a pocos centímetros de la pared abdominal del feto y algunos vasos sanguíneos se retraen por el efecto de tensión.
Otros vasos y la membrana quedan expuestos a los microorganismos del medio ambiente durante una semana después del parto aproximadamente, hasta que en condiciones sanitarias normales éstos se secan y caen cerrando la comunicación con el medio.
CUANDO HAY PELIGRO
El peligro ocurre al tardar en secar el ombligo, por lo que aparecen las infecciones bacterianas, siendo las más frecuentes, en las primeras horas de vida del ternero, las producidas por el Corynecbacterium pyogenes y la Escherichia coli, llevando en algunos casos a una muerte súbita por infecciones agudas, y otras veces por infecciones crónicas, traducidas en inflamaciones dolorosas de todas las articulaciones.
ENTRADA DE BACTERIAS
Además, el ombligo puede ser una entrada de bacterias y enfermedades oportunistas hacia el sistema digestivo, ocasionando severas diarreas, que es la causa más frecuente de mortalidad en terneros.
RECORDEMOS
Recordemos siempre, que los terneros de hoy son el hato de mañana, por lo tanto la aplicación de las medidas sanitarias básicas desde el nacimiento, como la curación de ombligos, garantizará animales sanos y una ganadería próspera.