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MENSAJE
Cobard�a de primer orden
Hermano Pablo
Cr�tica en L�nea
Parece que fue un pist�n de la m�quina que se rompi� y perfor� el casco; o quiz� el barco choc� contra alg�n agudo arrecife. Pero lo cierto es que el Oc�anos, transporte griego de 7.554 toneladas, comenz� a hacer agua. Se hallaba en el mar borrascoso, frente a las costas de Sur�frica, con 571 pasajeros a bordo. Al tercer d�a comenz� a hundirse. El capit�n griego Yiannis Avranas orden� de inmediato el salvamento. Pero el primero en salvarse, contra todas las tradiciones marinas m�s honrosas, fue �l mismo. Todo el mundo conden� al capit�n. Calificaron su acci�n como �cobard�a de primer orden�. Es cierto que la tradici�n marina demanda que el capit�n de un barco, si la nave naufraga, muera con su barco. Es una tradici�n de honor que casi siempre se sigue, dependiendo de la decisi�n del propio capit�n. No hay ninguna ley marina que lo obligue. Es cuesti�n de conciencia y de honor. El capit�n Avranas fall�. Dijo luego en su descargo que como estaba seguro de que todos se salvar�an, no ve�a la necesidad de hundirse �l con su barco. Su mal proceder consisti� en haber sido el primero en escapar del peligro. Hay otros hombres que, sin ser capitanes de barco y sin estar en situaci�n de naufragio, �abandonan el barco�, en sentido figurado, para salvarse ellos mismos, dejando a otros a merced de su propia suerte. Uno de �stos es el esposo que ante la enfermedad grave de la esposa, la abandona, dej�ndola en el mayor descuido y desamparo. �Acaso no es ese un acto de cobard�a irresponsable de la mayor indignidad posible? Otro es el hombre que debido a una crisis econ�mica se niega a asumir su lugar de padre de familia, no import�ndole que queden los ni�os en la calle sin gu�a ni ayuda alguna con tal de salvaguardarse �l mismo. �No es ese un acto de cobard�a de la peor clase? �Y qu� del hombre que abandona a un amigo cuando �ste est� en alguna situaci�n de necesidad, a pesar de que ese amigo se mantuvo a su lado cuando �l estuvo en problemas? Todo esto es cobard�a de la peor clase. Si queremos ser personas de integridad y justicia, pero nos falta el valor y la motivaci�n necesarios, debemos hacer de Cristo el Maestro de nuestra vida. Si �l es nuestro Se�or, �l mismo motivar� nuestra conducta, y seremos las personas honradas y responsables que nuestra familia y nuestros amigos necesitan. Somet�monos al se�or�o de Cristo. �l nos dar� la fuerza necesaria para ser personas responsables. �l ser� nuestra motivaci�n.
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