El 1 de agosto de 1966, un estudiante de la Universidad de Texas subió a la torre principal del campus con armas de largo alcance, pistolas y numerosas municiones. Desde la azotea, comenzó a disparar indiscriminadamente contra estudiantes, transeúntes y la policía. Charles Whitman mató ese día a 14 personas e hirió a 32, antes de ser acribillado por agentes policiales que subieron a la torre y se enfrascaron a tiros con él. Esta imagen muestra a Whitman muerto.